El deterioro cognitivo afecta “de manera muy variable” a los pacientes
BARCELONA, 15 (EUROPA PRESS)
Un estudio del Institut de Recerca Sant Pau (IR Sant Pau) ha identificado nuevos marcadores de disfunción cerebral “claves” para anticipar la evolución cognitiva de personas con la enfermedad de Parkinson, informa el IR Sant Pau este martes en un comunicado.
La investigación, financiada por la Fundació Marató de TV3 y publicada en la revista ‘Annals of Neurology’, ha comprobado que las alteraciones cerebrales relacionadas con las formas más agresivas de deterioro cognitivo en Parkinson pueden detectarse antes que la patología se manifieste.
La enfermedad de Parkinson puede conllevar un deterioro cognitivo y demencia que afectan “de manera muy variable” a los pacientes, por lo que resulta difícil anticipar aquellos que desarrollarán problemas cognitivos.
El investigador del IR Sant Pau Saül Martínez-Horta ha afirmado que, “en muchos casos, cuando el cerebro está enfermando, las pruebas de evaluación neuropsicológica y las técnicas de imagen cerebral no permiten ver fenómenos que ya están presentes”.
SEGUIMIENTO DE PACIENTES
Martínez-Horta ha explicado que el estudio surge de la necesidad de desarrollar técnicas que “permitan observar fenómenos que ya están presentes en aquellos casos que experimentarán una forma más agresiva de la enfermedad”.
Los investigadores han realizado el seguimiento de pacientes con diagnóstico reciente de Parkinson y sin problemas cognitivos durante 4 años, tomándoles medidas de actividad cerebral mediante electroencefalograma (EEG) e imágenes cerebrales de resonancia magnética (RM).
También les midieron los niveles del marcador en sangre, neurofilamento de cadena ligera (NfL), relacionado con el daño neuronal, y les hicieron una exploración neuropsicológica anual para evaluar su estado cognitivo.
RESULTADOS
Los resultados han detectado que existen dos grupos de pacientes: uno que no muestra un empeoramiento cognitivo marcado durante los primeros 4 años, y otro que empeora “dramáticamente” a partir del segundo año.
Los investigadores han observado que los primeros análisis de actividad cerebral con EEG de los pacientes, que 2 años más tarde experimentaron un deterioro cognitivo, ya presentaban “una ralentización muy marcada de la actividad cerebral en zonas de los lóbulos temporales, parietales y frontales del cerebro”.
El neuropsicólogo y el investigador del IR Sant Pau, Arnau Puig-Davi, ha explicado que el EEG en reposo permite detectar, desde las fases previas, las anomalías cerebrales relacionadas “con los cambios que ya afectan a los pacientes que más tarde presentarán un claro empeoramiento cognitivo y demencia”.
El estudio ha demostrado que determinadas técnicas de análisis cerebral mediante electroencefalografía han permitido identificar toda una serie de anomalías en áreas temporales y parietales 3 años antes que los pacientes desarrollen un trastorno cognitivo.
Desde el IR Sant Pau, destacan que los resultados “abren nuevas líneas para anticipar, comprender e intervenir en los trastornos cognitivos” relacionados con la enfermedad de Parkinson.
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