Sin licencia, tenía pistolas, un revólver y un fusil de asalto
BARCELONA, 7 (EUROPA PRESS)
Un hombre aficionado al tiro ha aceptado una condena de dos años y medio de prisión por comprar y tener en Barcelona armas de fuego y de guerra como pistolas, un revólver y un fusil de asalto, a pesar de que no tenía licencia de armas.
El hombre iba a ser juzgado este martes en la Audiencia de Barcelona ante una petición de 7 años de prisión por parte de la Fiscalía, pero tras un acuerdo con la defensa la fiscal ha aceptado rebajar la condena a dos años y medio y que el hombre esté inhabilitado para tener armas durante 5 años.
Tras el acuerdo, fuentes de la defensa han afirmado que el hombre compraba estos productos por su afición al coleccionismo de armas y, como practicaba el tiro, usaba munición que compraba para reaprovecharla y hacer su propia munición.
Empezaron a investigarlo a raíz de un aviso del servicio de seguridad nacional de Estados Unidos, que en el marco de “diversas operaciones policiales relacionadas con el tráfico de armas y el evidente peligro de atentados terroristas” alertó de unos paquetes que contenían armas de fuego, expone el escrito de acusación que el hombre ha admitido.
El hombre los había comprado para que se los enviaran a dos direcciones distintas, una en Vilaverd (Tarragona) y otra en Barcelona, y en noviembre de 2020 un juez ordenó hacer una “entrega vigilada” de un paquete que, como supieron al escanearlo con rayos X, contenía partes de un arma.
TRASTERO CON ARMAS Y MUNICIÓN
El 16 de diciembre, la policía registró las dos viviendas a donde se enviaban los paquetes: en una encontraron un revólver y en la otra seis carcasas de pistolas Glock, varios cargadores de munición, casquillos, dos cañones de subfusiles, centenares de proyectiles, varios cartuchos, una balanza de precisión y 18 CD sobre armamento.
El hombre también tenía alquilado un trastero donde guardaba cajas de munición, cartuchos, un fusil de asalto M4 de calibre 5,56 con cargador para 20 cartuchos, una pistola PKK, otra Walter, un revólver y cerca de mil cartuchos.
SIN LICENCIA POR OTRA CONDENA
Durante ese año, el hombre recibió “decenas de envíos procedentes de armerías de todo el Estado” y había enviado paquetes a varios países, también fuera de Europa, y todas las armas incautadas eran funcionales excepto una pistola Walter.
Fuentes de la defensa han aclarado que el hombre había perdido su licencia de armas durante un tiempo, y por eso en 2020 estaba reponiendo su colección.
En concreto, se le había retirado la licencia a causa de una condena anterior, cuando trabajaba como vigilante de una plantación de marihuana: se involucró en una pelea contra un grupo que intentaba robar la plantación, y fue condenado por un delito contra la salud pública al verse vinculado a la plantación.
CONDENA FIRME
La condena de dos años y medio de prisión que ha aceptado este viernes ya es firme, porque el tribunal ha constatado que ni acusación ni defensa la recurrirán.
Está pendiente calcular si el hombre entrará en prisión y durante cuanto tiempo: ya pasó seis meses encarcelado preventivamente por esta causa, y desde que salió se ha presentado periódicamente en el juzgado para confirmar que no ha huido, y su abogado pedirá que se computen tanto los días que pasó en prisión como sus comparecencias al calcular cuánto tiempo le queda por pasar en la cárcel.
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