BARCELONA, 8 (EUROPA PRESS)
Marta Ferrusola ejerció de ‘primera dama’ de Catalunya durante los 23 años de gobierno de Jordi Pujol al frente de la Generalitat, durante los cuales destacó por ser una figura influyente, con autoridad, catalanista, católica y conservadora, y cuya última etapa de su trayectoria vital estuvo marcada por la confesión de su marido de que tuvo dinero en el extranjero sin regularizar y por su imputación en el ‘caso Pujol’.
Nacida el 28 de junio de 1935 en Barcelona, Ferrusola fue la mayor de los tres hijos de Josep y Carme, un matrimonio de dependientes de una tienda de ropa para hombres, Paños Ramos; estudió en la Immaculada Concepció de Barcelona y acabó el bachillerato.
Conoció a Jordi Pujol a través de la hermana de éste, Maria Pujol, con quien coincidía en la agrupación religiosa Confraria Virtèlia, contrajeron matrimonio el 4 de junio de 1956, y entre los años 1958 y 1972 tuvieron 7 hijos: Jordi, Marta, Josep, Pere, Oriol, Mireia y Oleguer.
Además de responsable de la sectorial de deportes de CDC, en el Govern contaba con una agenda pública propia de actividades, y en 1990 compartió con Núria Claverol –esposa del empresario Carles Sumarroca– la empresa de jardinería Hidroplant, con clientes como el FC Barcelona, consiguiendo un contrato para renovar el césped del Camp Nou que acabó en los tribunales porque tuvo que levantarse y plantarse de nuevo.
Pese a admitir que nunca se presentó a un concurso público, Hidroplant también suministró plantas y flores a diversas conselleries de la Generalitat durante el mandato de Pujol, sin admitir que pudiera haber un conflicto de intereses.
También presidió el comité organizador del Festival de la Infancia, cargo que dejó en 2003 tras el cambio de Govern, que dio inicio al tripartito encabezado por el socialista Pasqual Maragall.
INFLUENCIA EN LA POLÍTICA CATALANA
“Pujol no hubiese sido lo que fue sin ella. Ferrusola mandó mucho, tuvo mucha influencia dentro y fuera de la familia. No decía la última palabra pero siempre opinaba, a veces sin conocimiento de los hechos”, explicó en declaraciones a Europa Press la periodista Cristina Palomar, autora de ‘Això és una dona!’, una biografía no autorizada de Ferrusola.
Así, se dice que muchos nombres de cargos del partido y puestos del Govern pasaban por el filtro particular de Ferrusola, también el del expresidente de la Generalitat Artur Mas.
A menudo apodada como ‘matriarca del clan Pujol’ o ‘primera dama de Catalunya’, Ferrusola asistió a la canonización de Josemaría Escrivà de Balaguer, fundador del Opus Dei, y a lo largo de su trayectoria vital protagonizó diversas polémicas en ámbitos más allá de la política, como la familia, negocios, religión e ideología.
En 2001, levantó polémica al afirmar que las ayudas sólo eran para los inmigrantes que acaban de llegar, les acusó de querer imponer sus costumbres, de dedicarse solo a tener hijos, y de solo decir “dame de comer”, y de no saber decirlo en catalán.
Dos años más tarde, tras perder la Generalitat al configurarse el primer tripartito de Pasqual Maragall, Ferrusola aseguró que se sentía “como si le hubieran entrado a robar a casa” después de 23 años de gobiernos de CiU.
“Un andaluz que tenga el nombre en castellano, sí, molesta mucho, mucho. Y además, pienso que el presidente de la Generalitat tiene que hablar bien el catalán”, también declaró Ferrusola en 2008 en una entrevista al ser preguntada sobre si le molestaba que un andaluz como José Montilla estuviera al frente del Govern.
Tampoco le gustaban las críticas a sus hijos y que se cuestionara el derecho de los siete a hacer negocios, hasta el punto que en su comparecencia en el Parlament en febrero de 2015 aseguró que “van con una mano delante y otra detrás” y que su familia no tiene casi dinero.
“MADRE SUPERIORA”
Cuando se conocieron los presuntos casos de blanqueo de dinero de los Pujol, salió a la luz que entre 1995 y 1998 Ferrusola había empleado lenguaje religioso clave para hacer transferencias a cuentas bancarias andorranas con el sobrenombre de “lmadre superiora de la Congregación”.
En una nota, pedía trasladar “dos misales de su biblioteca al cura de la parroquia”, que la policía interpretó como que pedía transferir dos millones de las antiguas -–12.000 euros– pesetas a su hijo Jordi Pujol Ferrusola, quien presuntamente dirigía las operaciones de la fortuna familiar.
El juez de la Audiencia Nacional José de la Mata investiga desde hace más de siete años el origen de la fortuna de la familia. por el que se les imputa por delito fiscal, blanqueo de capitales, falsedad documental y organización criminal por presuntamente esconder más de 70,4 millones de euros a Hacienda.
Estando procesada por la Audiencia Nacional, el 1 de agosto de 2020 Ferrusola sufrió una caída en Queralbs (Girona), donde veraneaba con su marido, y fue trasladada en helicóptero en estado grave al Hospital Vall d’Hebron de Barcelona.
Pese a recuperarse, presentó un informe médico con fecha de 27 de noviembre de 2020, emitido por la Unidad de Memoria del Servicio de Neurología del Hospital de la Santa Creu y Sant Pau de Barcelona, que señalaba que padecía Alzheimer desde 2018 y que, debido a su demencia y a las lesiones cerebrales causadas por un politraumatismo sufrido tras su caída, no tenía “la capacidad de juicio ni la toma de decisiones conservadas”.
Ferrusola se retiró de la vida pública y en mayo de 2021 el juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz acordó archivar la causa para Ferrusola debido a su estado de salud.
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