Fomentar estos “cinturones agrícolas” puede reducir un 30% la conectividad del fuego
BARCELONA, 16 (EUROPA PRESS)
Un estudio del Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales (Creaf) asegura que hay que recuperar 17.000 hectáreas de cultivos para proteger a la Región Metropolitana de Barcelona en el caso de incendios, informa en un comunicado este jueves.
Los datos preliminares de este estudio apuntan a que recuperar los “cinturones agrícolas” de esta región podría disminuir un 30% la conectividad del fuego en caso de incendio, así como mejorar la biodiversidad y economía local.
Esta región incluye las comarcas barcelonesas del Alt Penedès, Baix Llobregat, Barcelona, Garraf, Maresme, Vallès Occidental y Vallès Oriental.
Elaborado en el marco del proyecto Horizon Europe WildE, el estudio afirma que para evitar que el fuego llegue a las zonas urbanas de la región lo “más importante es mantener espacios abiertos a su alrededor, como si fuesen cinturones de protección”.
El investigador del Creaf y principal autor del estudio, Rodrigo Balaguer, ha explicado que los cultivos y pastos son zonas de baja combustión, por lo que “reintoducirlos entre las masas forestales en las zonas periurbanas es clave tanto para alejar el fuego de las personas como para ayudar en las tareas de extinción”.
También asegura que “pueden mejorar la economía local y la biodiversidad asociada a los espacios abiertos mediterráneos”.
HALLAZGOS
Según la investigación, la mejor opción para la región metropolitana de Barcelona es recuperar los cultivos que ya existían en los años 50 y se abandonaron, y “aprovechar los espacios abiertos que los efectos de las sequías ya están generando en los bosques”.
“Así ya nos avanzamos a las previsiones de los escenarios de cambio climático y reducimos el riesgo en zonas que tendrán mucho combustible acumulado para los incendios”, ya que la vegetación seca quema más, añade el ecólogo.
Este estudio analiza la llamada conectividad del fuego, ya que un incendio arrasa más hectáreas si las masas forestales están más conectadas entre ellas y facilitan que el fuego salte de un lugar a otro: “por este motivo, romper la conectividad añadiendo espacios abiertos como los cultivos es muy necesario”.
BIODIVERSIDAD
Los expertos del Creaf aseguran que la recuperación de 17.000 hectáreas de cultivos y pastos abandonados en los últimos años en la región metropolitana de Barcelona, así como la transformación de zonas forestales propensas a grandes episodios de sequía, “permitiría disminuir un 30% de media la conectividad del fuego”.
Además, esta estrategia de recuperar cultivos para prevenir incendios “también contribuye al mantenimiento de la rica biodiversidad asociada a los espacios abiertos en las zonas mediterráneas”.
Este estudio se ha llevado a cabo con datos del programa BCN Agrària de la Oficina Tècnica de Prevenció Municipal i Desenvolupament Agrari de la Diputación de Barcelona, y las conclusiones se presentarán en el congreso EGU 2025 en Viena.
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