Asuntos Internos supervisará su uso, que tendrá que estar justificado
BARCELONA, 10 (EUROPA PRESS)
La Guardia Urbana de Barcelona adquirirá 22 Dispositivos Conductores de Energía (DCE), también llamadas pistolas eléctricas, a principios de 2026 –una vez se apruebe el reglamento–, y las llevarán los mandos de la Unidad de Refuerzo de Emergencias y Proximidad, que estarán formados para poder utilizarlas.
Así lo ha explicado el jefe de la Guardia Urbana, Pedro Velázquez, durante una sesión de trabajo para explicar el anteproyecto de reglamento que aprobó el Ayuntamiento en la Comisión de Gobierno para regular la dotación y el uso de estos dispositivos.
Los dispositivos conductores de energía son herramientas policiales que realizan una o más descargas eléctricas de corta duración –máximo de 5 segundos– y actúan sobre el aparato motor de la persona, inmovilizándola para que los agentes puedan actuar.
Varios cuerpos policiales de Suiza, Austria, Francia o Reino Unido ya las adquirieron en 2008, mientras que en Cataluña las empezaron a utilizar los Mossos d’Esquadra en 2016.
“HERRAMIENTA CONSOLIDADA”
Velázquez ha detallado que de las 22 pistolas eléctricas que adquirirá la Guardia Urbana de Barcelona, “sólo unas 10 o 12” estarán activas por la ciudad, ya que el resto serán para realizar formaciones, prácticas o de repuesto.
“Son una herramienta muy consolidada a nivel policial. En Cataluña hay 78 Policías Locales que las tienen incorporadas. A nivel nacional, más de 280 municipios las tienen incorporadas en sus policías locales, y en la Guardia Civil y la Policía Nacional es una herramienta muy asentada”, ha dicho Velázquez.
Estos dispositivos permiten al profesional “dar una respuesta en situaciones de alto riesgo o agresividad extrema con circunstancia de riesgo grave por la vida o integridad física de la persona o de terceras personas”.
AGOTAR EL DIÁLOGO Y LA MEDIACIÓN
Además, ha asegurado que, antes de utilizar estos dispositivos, los agentes tendrán que agotar la vía del diálogo y la mediación con la persona, avisar debidamente de su uso y garantizar asistencia médica a la víctima de este dispositivo, motivo por el que todas las dotaciones equipadas con estas pistolas eléctricas tendrán un desfibrilador: “Es una cuestión totalmente obligatoria”.
“Es un aparato que tiene cierta inteligencia para calibrar la intensidad que se necesita. No es lo mismo una persona que pesa 50 kilos que una persona de 100”, ha aseverado el superior de la Guardia Urbana.
ARMAS BLANCAS
Entre estas situaciones, Velázquez ha mencionado los delitos con armas blancas, donde las personas pueden “dañar a los agentes o a ellos mismos”.
Velázquez ha contabilizado que en 2024 la Guardia Urbana neutralizó a 13 personas en situaciones con armas blancas, mientras que en 2023 se hizo con 8 personas: “Esta herramienta creemos que es un medio que puede rebajar la intensidad de las actuaciones”.
“Es un momento de preocupación con las armas blancas. Estas situaciones cada vez se están dando más. Con este dispositivo la actuación tendrá que ser proporcional”, ha dicho.
SUPERVISIÓN DEL USO
El jefe de la Guardia Urbana de Barcelona ha garantizado que habrá supervisión rigurosa del uso de las pistolas eléctricas y se irán revisando los dispositivos: “Sólo con sacar el aparato de la funda ya queda registrado, y también se hace geolocalización del uso y siempre se graban en vídeo las intervenciones”.
Una vez acabada la actuación, el mando directo del agente que ha utilizado el dispositivo conductor de energía analizará la intervención, que se tendrá que justificar, y también la Unidad de Asuntos Internos.
REGLAMENTO DE LA GUARDIA URBANA
En el anteproyecto del reglamento, consultado por Europa Press este viernes, exponen que la finalidad es “establecer una regulación que, con el debate democrático previo, fije con transparencia los principios, requisitos y supuestos del uso y la tenencia de los DCE”.
También destaca que corresponde al alcalde, Jaume Collboni, autorizar la dotación de las pistolas eléctricas y, una vez autorizadas, Velázquez determinará los mandos que las podrán utilizar.
“La utilización del DCE está sometida a los principios de proporcionalidad, congruencia y oportunidad, y sólo se puede utilizar en situaciones en las que haya riesgo racionalmente grave para la vida o integridad física”, añade.
NO UTILIZAR EN EMBARAZADAS O ANCIANOS
Sin embargo, a no ser que haya un riesgo evidente, no se podrán utilizar o se limitará el uso de estos dispositivos “siempre que los funcionarios perciban esta condición” en mujeres embarazadas o menores de 14 años; ancianos o personas vulnerables; en manifestaciones, o cerca de gases inflamables.
El anteproyecto también añade que se evite dirigir el láser del dispositivo a los ojos o disparar en el cuello, cabeza, pecho o genitales.
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