Raquel Gil señala que “no se trata de alguien que gana dinero versus alguien que sufre molestias”
BARCELONA, 2 (EUROPA PRESS)
La Federació de Veïns de Barcelona (Favb) ha reclamado este miércoles a Collboni una nueva Ordenanza de Terrazas “que priorice al vecindario por delante de otros aspectos como el turismo o el beneficio económico privado”.
En un acto para presentar una Iniciativa Ciudadana para una Nueva Ordenanza de Terrazas de la Favb, el responsable de Espacio Público de la entidad, Pere Mariné, ha señalado que los vecinos piden más espacio público y que “lamentablemente las terrazas van en dirección totalmente contraria”.
Mariné criticado que ha habido “un crecimiento exponencial” de terrazas en la ciudad, dado que, según él, en 2019 había 2.417 licencias de terrazas, mientras que a finales del 2023 eran 6.632, y ha anunciado que la Favb ha logrado recoger 15.000 firmas para incluir la Iniciativa Ciudadana en una sesión plenaria del Ayuntamiento.
Además, ha defendido que “evidentemente el Gremi de Restauració debe estar en este debate, pero no tiene que ser el único interlocutor”.
LA PROPUESTA DE LA FAVB
Mariné ha detallado que la propuesta de nueva ordenanza de la Favb contempla garantizar la accesibilidad de personas con discapacidad, adecuándose al Codi d’Accessibilitat de Catalunya; que las terrazas sean espacios libres de humo; y realizar informes previos de impacto en la vida vecinal, desde el punto de vista acústico.
Además, la propuesta también reclama recuperar la declaración de ‘Ordenacions singulars’ para encontrar soluciones a “problemas enquistados y agravados desde hace muchos años” en zonas de la ciudad; establecer unos horarios compatibles con la vida cotidiana y el descanso del vecindario; y aplicar sanciones a las infracciones y penalizar las reincidencias.
RAQUEL GIL
En el acto se ha celebrado un debate entre la concejal de Comercio, Restauración y Mercados, Raquel Gil, y los concejales Ramon Tremosa (Junts), Pau González (Bcomú), Jordi Castellana (ERC) y Àngels Esteller (PP), moderado por la periodista Laura Aznar.
En este sentido, Gil ha defendido que no hace falta hacer una ordenanza nueva y que “no se trata de alguien que gana dinero versus alguien que sufre molestias”, ya que las terrazas también son ocupadas por vecinos de los barrios y dan trabajo a vecinos, ha dicho.
Asimismo, ha explicado que el gobierno municipal está realizando 500 inspecciones de media cada mes, algunas proactivamente y otras respondiendo a denuncias de vecinos, de las cuales 200 terminan con algún tipo de sanción y, de estas, más del 40% terminan con la retirada de mobiliario o la terraza.
GRUPOS MUNICIPALES
Por su parte, Tremosa es “partidario de hacer pocas leyes”, preferiría, en sus palabras, darle una oportunidad a la ordenanza actual y revisar todo lo que haga falta, y le habría gustado tener un representante del sector de la restauración, que es también un agente muy importante, ha dicho.
González ha detallado que “la clave está en encontrar los equilibrios y en zonas de la ciudad se han roto”, ya que los vecinos no tienen garantizado el derecho al descanso, ha apuntado, además de señalar que hay que incrementar las sanciones y castigar más la reiteración, porque existe una absoluta competencia desleal, en sus palabras, no solo con los vecinos sino con el resto de locales que cumplen las normas.
Castellana ha abogado por adaptar los horarios de las terrazas “en función de cada realidad concreta” y, en referencia a la accesibilidad, ha afirmado que se necesitan unos aforos que garanticen un uso racional del espacio público, además de mostrarse contrario a mezclar, ha dicho, las actividades de carácter popular con las de carácter económico de cada día, que generan una reiteración que genera molestias, textualmente.
Por último, para Esteller, no es necesaria una nueva ordenanza sino que se tendrían que “flexibilizar” algunos criterios, y ha dicho que no se pueden adoptar medidas sin los restauradores y que una de las claves es el civismo, que se debe garantizar desde el Ayuntamiento, en sus palabras.
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