El exsecretario general dice que acataron cuando el Gobierno descartó dar escolta al expresidente
BARCELONA, 29 (EUROPA PRESS)
Los miembros de la cúpula de la Conselleria de Interior durante el mandato del exconseller Miquel Buch han testificado que el escolta del expresidente del Govern Carles Puigdemont sí ejerció como asesor de Buch tras el 155, una designa que la Fiscalía lo acusa de haber hecho para que el mosso pudiera seguir protegiendo al expresidente en Bélgica.
El entonces secretario general de Interior, Brauli Duart, el exdirector de los Mossos d’Esquadra Andreu Joan Martínez y el entonces jefe de gabinete de Buch, Pere Ferrer, han declarado este jueves en la Audiencia de Barcelona en el juicio donde Buch se enfrenta a una petición de seis años de cárcel por presunta malversación y prevaricación, y en el que el mosso Lluís Escolà también está acusado con una petición de cuatro años y medio de prisión como cooperador necesario.
La Fiscalía cree que Escolà en realidad no ejerció como asesor de Buch y entre otros aspectos señala que no consta que fichara en la sede de la Conselleria: otros testigos explicaron el miércoles que los asesores no fichan nunca, y este jueves Duart, Martínez y Ferrer han asegurado que vieron a Escolà en la sede a menudo, incluso más que a otros cargos de confianza de Buch.
En la misma línea, Ferrer ha destacado que “el trabajo de asesoramiento no se ha vinculado nunca a la presencialidad sino a que pueda estar disponible”, y ha asegurado que Escolà siempre a disposición cuando se le requería.
Ferrer y Martínez han negado saber si Escolà u otros mossos viajaban al extranjero para acompañar a Puigdemont, y a preguntas del fiscal Duart ha contestado: “Tengo conocimiento, de acuerdo con lo que dicen los medios de comunicación, de que aparentemente se daba esta circunstancia”.
Ha añadido que, en los cinco años que han pasado desde entonces, “ningún órgano ha expedientado a posibles mossos que estuvieran allí, porque en caso de que fuera cierto estarían incumpliendo el régimen de incompatibilidades que prevé la ley de la Policía de la Generalitat”.
La acusación pública también ha puesto en duda la autoría y la calidad de los informes que Escolà entregó a Buch y, en este sentido, Duart ha explicado que la mayoría de informes de los asesores del departamento son verbales, porque se trata “de materias especialmente sensibles que no se acostumbran a dejar por escrito”.
EXPEDIENTE A ESCOLÀ
Escolà acompañó a Puigdemont hasta Bélgica la noche del 29 de octubre, después de aplicarse el 155, por lo que al día siguiente la División de Asuntos Internos (DAI) le abrió un expediente que le supuso ser apartado de la unidad de escoltas.
Martínez, que puso la sanción a partir de la investigación del expediente, ha asegurado que la sanción que le puso es más grave que la que le propusieron: “Es la sanción más letal profesionalmente, porque se le quita la adscripción definitiva a un puesto de trabajo que ha ganado y que, además, está en el máximo escalafón”.
PRERROGATIVAS DE PUIGDEMONT
En junio de 2018, Puigdemont, ya declarado en rebeldía por la justicia, pidió al Govern que se le concedieran las prerrogativas que corresponden a los expresidentes de la Generalitat, entre las cuales está el servicio de escolta.
Como Puigdemont estaba fuera de Catalunya, para darle escolta era necesaria la autorización de la Secretaría de Estado de Seguridad, que la denegó.
“En ningún momento hicimos ningún paso más para enviar a nadie a hacer un trabajo que legalmente no se podía hacer”, ha dicho Duart sobre su reacción a la negativa de la Secretaría, ha afirmado que siempre tuvieron claro que se ajustarían al marco legal y ha cuestionado que se denegara esta prerrogativa a Puigdemont cuando ya se habían activado otras como la oficina de expresidente.
PERFIL “PERFECTAMENTE ADECUADO”
Respecto al nombramiento de Escolà, Duart ha explicado que Buch ofreció antes el cargo a otros mossos, pero lo declinaron, lo que el exsecretario general ve comprensible: “Era un momento muy complicado, conozco el cuerpo de Mossos y sé que los policías son reticentes a adoptar posiciones en las que se les pueda identificar políticamente”.
También ha detallado que “hay una diferencia sustancial” entre el puesto de un mosso y el de un asesor, porque el primero debe trabajar con neutralidad política y el segundo no, porque es un cargo de confianza política.
Duart ha valorado que el perfil de Escolà era “perfectamente adecuado” para el puesto de asesor en sistemas de seguridad por su trayectoria como mosso y su experiencia como jefe de seguridad del FC Barcelona.
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