Pagés avisa de que la sequía en Catalunya es una amenaza para el sector
BARCELONA, 23 (EUROPA PRESS)
La D.O. Cava cerró 2022 con 249 millones de botellas vendidas, un 4,58% más que en 2021, logrando así las mejores cifras de su historia, y alcanzando un nivel de facturación estimado de 2.192 millones de euros, respecto a los 1.905 millones de 2021.
Lo ha anunciado este jueves el presidente de la D.O. Cava, Javier Pagés, en una rueda de prensa en Barcelona para presentar los resultados, que ha erigido como “muy positivos”, y ha destacado que han superado sus expectativas de crecimiento, que eran del 3%.
Ha afirmado que la inflación y la Guerra en Ucrania han generado una situación difícil para el sector, y ha celebrado que, a pesar de todo, el cava haya obtenido “unos resultados muy buenos”, algo que asegura que da mucho más mérito al sector.
En el mercado internacional, Alemania ha mantenido su posición principal como país consumidor, con un crecimiento del 2,22%, seguido de Estados Unidos, Bélgica y el Reino Unido, y Suecia ha subido por primera vez al ránquing de los cinco primeros mercados, con un crecimiento del 35,34%, seguida de Japón (3,56%).
Las ventas del mercado interior han subido un 13,15%, con 77 millones de botellas vendidas, siendo la hostelería el canal con más repercusión, con un ascenso del 32,3% en valor y un 30,4% en volumen.
El cava espumoso ha sido la única categoría que ha decrecido en 2022, con una bajada del 3,69%, aunque Pagés no se ha mostrado preocupado por este resultado negativo y ha dicho que “lo importante es ir generando valor”.
La categoría de Guarda Superior ha experimentado un crecimiento del 12,87% en ventas, y la categoría de Cava ecológico ha tenido un crecimiento del 40,70% en comparación con 2021, y Pagés ha destacado que el impulso de la larga crianza y el cava ecológico es el “máximo objetivo” de la denominación de origen para este 2023.
PRONÓSTICOS PARA 2023 ANTE LA SEQUÍA
Preguntado por los pronósticos de 2023 ante la sequía en Catalunya, Pagés se ha mostrado positivo y ha asegurado que “va a ir bien”, aunque no ha querido dar cifras de previsiones por prudencia.
Asimismo, ha avisado de que la sequía supone una amenaza para el sector, que tendrá que acostumbrarse a los efectos del cambio climático, y ha abogado por encontrar soluciones como “apostar por variedades que necesitan menos agua”.
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