BARCELONA, 6 (EUROPA PRESS)
La exministra de Exteriores y actual decana de la Escuela de Asuntos Internacionales de Paris SciencePo (Psia), Arancha González Laya, ha instado a la Unión Europea a estar más alerta ante el conflicto en Ucrania, “incluyendo las armas si es necesario” o una “guerra para defender nuestra manera de ser”, ha añadido.
Así se ha pronunciado este jueves en la primera jornada de ‘Nudos de la democracia’, coorganizada por la Fundación Ernest Lluch y el Observatori Social de la Fundació ‘la Caixa’, en una conversación bajo el título ‘La nueva geopolítica. Las opciones de la democracia europea’, junto con la directora editorial y columnista de Le Monde Sylvie Kauffmann.
González Laya ha asegurado que la UE debe reivindicar su manera de pensar y que es un proyecto de paz, pero ha señalado que la Unión debe “aprender a defender este proyecto de paz de una manera más musculada”.
La exministra ha sostenido que desde el año 2000 hasta la actualidad la UE no prestó atención a tres factores que han llevado al actual situación geopolítica: el primero es que el presidente ruso, Vladimir Putin, “decidió que no quería que Rusia fuese parte del orden internacional, quería romperlo”.
Ha apuntado que el segundo factor es que EE.UU. “decidió retirarse del orden internacional, porque sentía que era una carga ser el guardián del sistema que había contribuido a crear” y que China cambió su preocupación por la economía por la de la ideología.
REDEFINIR EL ESPACIO EUROPEO
González Laya ha apostado por una redefinición del espacio político europeo: “Ha llegado la hora de que Europa se autoorganice”, para lo que ha apostado por trabajar en la vía de la Comunidad Política Europea.
Este es un espacio de 44 países europeos –de la UE, aspirantes a entrar en la UE y otros países que no quieren entrar en la Unión– que se ha reunido por primera vez este jueves en Praga (República Checa) para identificar los grandes retos que les unen en seguridad energética, de fronteras, y construir soluciones compartidas.
Ha sostenido que este espacio debería de inspirarse en el G-20 surgido tras la crisis financiera de 2008, ya que considera que “la respuesta tiene que ser una especie de G-Europa”, aunque ha descartado que se convierta en una institución y cree que sería positivo que volviesen a reunirse con una agenda basada en lo que han debatido este jueves, sobre seguridad, defensa, energía y migración.
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