Advierte de “consecuencias letales” en Ucrania del este debido a la basura bélica
BARCELONA, 6 (EUROPA PRESS)
El fotoperiodista Gervasio Sánchez ha retratado las vidas y la “dignidad” de las víctimas de minas antipersona durante conflictos armados en la exposición ‘Vidas minadas/25 años’, que se puede ver en el Palau Robert de Barcelona hasta el 25 de agosto.
Durante una visita este jueves a la muestra, que es parte de un proyecto que recorre la mayor parte de su trayectoria profesional y del que también publicó el libro ‘Vidas minadas’ en 1997, Sánchez ha recordado que cuando se planteó este trabajo su objetivo fue siempre “personalizar a las víctimas de las guerras”.
“Yo me pasé en El Salvador sumando las víctimas mortales de 10.000 en 10.000. Estaba harto de cubrir conflictos armados donde las personas no tenían nombres, solo eran números”, ha destacado.
La iniciativa comenzó en 1995, cuando realizó el primer reportaje de una víctima de una mina antipersona en Angola para una revista del corazón, y ha continuado hasta la actualidad, retratando a través de fotografías en blanco y negro las historias de las personas que han vivido estas experiencias y su “evolución positiva” con los años.
Sánchez asegura que antes de este proyecto no sabía que las minas tenían tanto impacto sobre las vidas de las personas, sobre todo en las posguerras, y ha defendido que lo que verán los visitantes “es periodismo puro”.
HISTORIAS
Es el caso del salvadoreño Manuel Orellana, quien perdió las piernas al pisar una mina cuando estaba cosechando café: el fotoperiodista asegura que su historia le “llena de gran emoción” porque pasó de ser un campesino a coser camisetas para venderlas y, gracias a ello, sus hijos pudieron ir a la universidad.
También se cuenta la historia de Mónica Paola Ardila, una mujer colombiana que se quedó ciega y sufrió varias amputaciones en la mano por la explosión de una mina cuando volvía de la escuela, de quien Sánchez asegura que es “súper inteligente, pero en Colombia el Estado la ha abandonado y la ha maltratado”.
También ha plasmado el ejemplo de Adis Smajic, que sufrió la explosión de una mina antipersonas mientras jugaba a fútbol con sus amigos durante la guerra de Bosnia, y en la exposición Sánchez retrata su vida tras todos estos años, cómo conoció a una mujer y acabó teniendo dos hijos con ella.
“LECCIÓN DE DIGNIDAD”
Otro caso es el de Joaquina Natchilombo, de Angola, que sufrió secuelas por una mina en 1989 cuando iba al mercado a vender harina, y actualmente se ha sobrepuesto y hace seis kilómetros cada día para sacar adelante a su familia, a pesar de que tiene malaria: “Me ha dado una lección de dignidad”, ha asegurado Sánchez.
El fotoperiodista ha destacado que las víctimas que ha retratado para este proyecto “siempre se intentan levantar del suelo con una gran dignidad, y sin ayudas porque en estos países no hay ningún tipo de ayuda”.
Sánchez ha explicado que hay 70 países en el mundo con problemas con minas y, sobre conflictos actuales, asegura que en Ucrania del este “hay mucha basura bélica y eso va a traer consecuencias letales cuando acabe la guerra”.
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