La madre puede estar acompañada y se promueven acciones “que generen recuerdos”
BARCELONA, 8 (EUROPA PRESS)
El Hospital Vall d’Hebron de Barcelona ha actualizado el protocolo de acompañamiento a la pérdida perinatal (a partir de las 22 semanas de embarazo) con un plan de parto adaptado a las familias en todas las etapas.
En un comunicado de este martes, el centro hospitalario ha explicado que el protocolo de atención a las familias que sufren una pérdida gestacional o perinatal contempla el acompañamiento desde el momento de la concepción, ya que “la pérdida de un bebé en el vientre materno, durante el parto o en los primeros días de nacer, es un golpe inesperado que trunca un proyecto vital”.
La supervisora de Urgencias del Hospital de la Mujer y una de las responsables de redactar el protocolo de duelo perinatal, Vanessa Bueno, ha apuntado que “esta pérdida poco visible hace que el duelo sea poco reconocido y se lleve en silencio”.
El protocolo de duelo perinatal “reconoce una experiencia que, por la intensidad de su impacto y complejidad, requiere una atención especial”, y está disponible para todos los profesionales relacionados con la atención a la mujer, que recibirán formación para conocer las características de este luto, así como para identificar las necesidades, temores y preocupaciones.
Se ha previsto un plan de parto para identificar las necesidades de cada familia y se ofrece toda la información necesaria para “que la mujer y la pareja sean partícipes de las decisiones que se toman, teniendo siempre en cuenta su seguridad”.
PROCESO
El objetivo es que la pareja sea atendida por el mismo equipo asistencial durante todo el proceso –el obstetra, la matrona, el anestesiólogo y el auxiliar– y también se permite que la matrona acompañe a la paciente en exclusiva.
La inducción al parto tiene lugar “preferiblemente” en el paritorio 1, que está más alejado del resto, y se pide permiso a la pareja para identificar la sala de partos con la imagen de una mariposa blanca, que simboliza el duelo perinatal, para que todo el equipo de guardia sepa que el proceso implica una pérdida.
La madre puede estar acompañada por quien desee y se fomentan acciones “que generen recuerdos” como mecer al bebé después del parto o crear memorias tangibles como fotografías, huellas o prendas de ropa, y posteriormente los profesionales crean una caja de recuerdos que se entrega a los padres en ese momento o pasado un tiempo.
También se ofrece la posibilidad de realizar un ritual laico o religioso, y finalmente se registran estas decisiones en la historia clínica y “si la familia está de acuerdo” se pueden hacer exámenes para intentar conocer la causa de la muerte del bebé.
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