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El presunto culpable de atacar a 8 mujeres en Sant Cugat (Barcelona) afirma que estaba en su jornada laboral y vestía diferente

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Fiscalía asegura que hay “constatación exacta de su localización” en el lugar de los hechos

BARCELONA, 14 (EUROPA PRESS)

El acusado de asaltar a 8 mujeres en Sant Cugat del Vallès (Barcelona) entre enero de 2020 y abril de 2021 ha hecho referencia a dos documentos que se le han mostrado durante el juicio celebrado en la Sección 6 de la Audiencia de Barcelona a petición de su defensa y que acreditan que tenía trabajo en otro lugar de la provincia de Barcelona en la fecha de los hechos: “Dice que yo he estado allí”, ha manifestado señalando el papel.

El procesado, que ha reconocido que Sant Cugat estaba entre sus zonas de trabajo como técnico de ascensores, ha manifestado que, cuando hacía una asistencia enviaba su ubicación a través del móvil: “Lo acercas a una pegatina que hay en cada aparato y el programa coge la hora del teléfono y envía la ubicación”.

Sobre el día que fue identificado en Sant Cugat por los Mossos d’Esquadra tras producirse la agresión a la última de las víctimas, el acusado ha dicho que estaba allí porque unos compañeros lo habían llamado para que hiciera una supervisión, pero que no abrió un parte de avería que justificase su presencia en el lugar porque cuando llegó el aparato estaba funcionando correctamente.

Ha dicho que, en el momento de su identificación, llevaba la ropa de la empresa: una camiseta de manga larga oscura con el logotipo de la compañía y el cuello azul claro; un pantalón azul marino con bolsillos laterales azul claro y líneas reflectantes por encima de los tobillos (a las que se refirieron 4 víctimas) y zapatillas blancas, negando que utilizara zapatos de trabajo o pantalones marrones, grises o de tipo militar, como describieron algunas mujeres.

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Asimismo, dice que el día de su identificación no llevaba una chaqueta ancha, como declaró la denunciante, sino que su chaqueta estaba en el asiento del copiloto de su furgoneta, a la que lo acompañaron los Mossos, así como el buff, al que también hicieron referencia varias de las mujeres.

La Fiscalía le ha recriminado que no haya aportado ninguna prueba testifical o documental que constate que efectivamente a la hora y lugar de los hechos estaba en su puesto de trabajo, como el testimonio de compañeros, puesto que tenía un margen para atender algunos de los servicios de hasta dos horas: “No queda constancia de que allí estuviera”.

La fiscal ha precisado que, en todos los casos, el autor de las agresiones actuó cuando las mujeres “se dirigían a los ferrocarriles” –empresa para la que operaba la compañía en la que trabajaba el acusado– o cuando estaban realizando deporte en la zona del Parc Central.

Además, la fiscal ha afirmado que “queda acreditada la culpabilidad del acusado” basándose en un informe de más de 100 folios elaborado por los Mossos d’Esquadra a partir de los datos aportados por las compañías telefónicas en la zona en la que se produjeron las agresiones sexuales.

La representante del Ministerio Público ha dicho que el informe es especialmente meticuloso, en sus palabras textuales, y que de él se desprende que los días de las agresiones el acusado estaba en la zona y que “no pasó, sino que es una estancia”, porque se apreciaron conexiones de sus teléfonos móviles –tanto en el personal como en el de empresa– de 15-20 minutos.

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La fiscal también ha dicho que se ha podido constatar el paso del coche del acusado, usando un telepeaje, por el peaje de Vallvidrera después de las agresiones, por lo que, bajo su criterio, el procesado ha intentado “justificar que estaba en un sitio cuando en realidad estaba en otro”.

LA DEFENSA PIDE LA ABSOLUCIÓN

La defensa del acusado, que ha solicitado una sentencia absolutoria, ha dicho que el informe de Mossos indica una franja horaria de conexión “sin poder precisarse su ubicación exacta” y, sobre la ropa del acusado facilitada por la empresa, ha dicho que no consta cadena de custodia alguna, en sus palabras textuales.

Sobre la ropa que describieron las denunciantes, ha insistido en que “solo dos de las víctimas han dicho que el agresor llevaba una chaqueta de tipo chaleco” –como la que se localizó durante el registro de los Mossos– pero que no hicieron referencia a que tenía un logotipo visible y que su defendido ha declarado que él nunca la usó sin mangas.

“Que ninguna de ellas pueda recordar que la parte de arriba es azul claro, que tanto llama la atención, no solamente la delantera sino la trasera…”, ha reiterado, pues todas ellas dijeron que iba vestido de oscuro, y ha subrayado que una de ellas manifestó durante la primera sesión del juicio que el autor tenía acento brasileño.

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También ha insistido en que las víctimas lo describieron como un sujeto de 1.70 o 1.75 metros de altura, cuando el acusado mide 1.82, que todas ellas dijeron que era corpulento y que una de ellas añadió que tenía barriga, pero que los Mossos lo describieron en sus diligencias como “una persona delgada, atlética” y que en el momento de los hechos el acusado pesaba entre 70 y 72 kilos.

PIDE 36 AÑOS DE CÁRCEL

La Fiscalía ha reiterado que todas las víctimas fueron “muy claras y contundentes” en su testimonio, que todas relataron que fueron sorprendidas cuando un individuo se les tiró encima con la cara tapada y que las circunstancias en las que se produjeron los hechos fueron muy similares –a primera hora de la mañana, cuando todavía estaba oscuro– y que el ‘modus operandi’ confirma que todos los hechos fueron realizados por un último individuo.

“Son declaraciones que en sus aspectos nucleares son coincidentes”, puesto que todas las mujeres describieron a un varón de las mismas características, por lo que la fiscal ha mantenido la petición de 36 años y 11 meses de prisión para el procesado como presunto autor de un delito de agresión sexual con penetración, 6 sin penetración y otro sin penetración en grado de tentativa.

También solicita 15 años de libertad vigilada y la prohibición de acercarse a menos de 1.000 metros de las víctimas durante el mismo periodo de tiempo una vez cumplida la pena privativa de libertad, así como que indemnice a las mujeres que lo han solicitado; el juicio ha quedado visto para sentencia.


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