El coautor Fernando Rueda investiga las consecuencias profesionales, psicológicas y familiares
BARCELONA, 4 (EUROPA PRESS)
El agente de inteligencia Mikel Lejarza ‘El Lobo’ y el periodista Fernando Rueda han publicado el segundo volumen de memorias del espía español, que ahonda en su vida interior y en el coste personal y profesional de este trabajo: es ‘Secretos de confesión’ (Roca Editorial) y la segunda edición se lanzará este lunes.
En una entrevista de Europa Press, Lejarza ha lamentado que “estos libros son el producto de la traición y la indefensión” que siente desde que triunfó hace 50 años la ‘Operación Lobo’, su infiltración en ETA, ya explicada en el primer volumen (‘Yo confieso’, Roca Editorial 2019).
“Nos desprecian a los agentes que hemos hecho el trabajo y ya estamos quemados, porque ya has hecho el trabajo, ya has terminado, pues ya eres un agente quemado, ya te desprecian. Es por eso por lo que hemos escrito estos libros”, ha dicho.
Asegura sentir indefensión ante los espiados (nunca descartará la amenaza de muerte de ETA aunque la banda esté inactiva) y ante los demás espías: cree que algunos superiores del antiguo CESID le destinaron después a muertes casi seguras.
Fernando Rueda (periodista de investigación del espionaje español) también incluye en el libro las excepciones a esa indefensión ante el CESID (actual CNI): un epílogo del exdirector del CNI Alberto Saiz, y declaraciones de los exagentes Fernando San Agustín y Carlos Prieto
En cuanto a ETA, Lejarza deseaba para el libro el testimonio de algún etarra en primera persona; en vez de eso, Fernando Rueda detalla la tesis de Xabier Makazaga de que ‘El Lobo’ fue un etarra que la Policía recicló y que además ya está muerto, por lo que el actual es un impostor.
Lejarza lo rebate junto a Rueda, apoyados en parte con el testimonio del histórico periodista de Europa Press Jesús María Zuloaga, autor del teletipo del 30 de julio de 1975 que hablaba de ‘El Lobo’ (aún infiltrado en ETA) como el único etarra que había huido de una persecución policial en Madrid.
WOLF GROUP
Lejarza ha asegurado que seguirá oculto y dedicará el resto de su vida a lo que investiga hace más de 20 años (dedica un capítulo): “Las economías extrañas que se manejan por el mundo, pero reales, y de grandes potencias”.
Para eso ultima el proyecto Wolf Group, preparando a jóvenes, entre los que destaca a ‘Raúl’: son “otros lobos, que son muy buenos y sobre todo en tecnología son magníficos; y luego aquí está el viejo para ayudar con su experiencia”, ironiza.
Sobre las criptomonedas, afirma que “será moneda del futuro en el momento en que las grandes potencias (EE.UU., China, etcétera) lleguen a un acuerdo, porque ahora mismo hay una pelea” por la hegemonía de sus respectivas criptomonedas.
“EL PRINCIPAL PROBLEMA, LA SUPERPOBLACIÓN”
También considera que quienes deciden sobre el mundo están por encima de los mandatarios conocidos, y que su objetivo es claro: “En el fondo lo que quieren es que la población se reduzca. Nos van a meter robots; de todo”.
Se trata de “reducir de una manera drástica la población. Hoy surge una guerra, mañana surgirá otra y pasado surgirá otra, y lanzarán un virus, vendrá otro, pandemias, etcétera”, y ha añadido textualmente que el principal problema es la superpoblación.
FACTOR HUMANO Y TECNOLOGÍA
Lejarza también considera que el factor humano sigue siendo más importante que el tecnológico para espiar, y Fernando Rueda añade como ejemplo: “Que se lo digan a los americanos, cuando a principios de siglo decidieron prescindir de todos los agentes operativos infiltrados y, como conclusión de eso, llegó el 11-S”.
‘El Lobo’ destaca que al director de la CIA durante el 11-S, George Tenet (al que conoció en Suiza), le costó el puesto prescindir de ellos y “apostar al 100% por la tecnología”.
‘El Lobo’ también ha explicado a Europa Press que espía y espiado viven de manera parecida para esconderse el uno del otro, para alcanzar sus objetivos con máximo cuidado y para afrontar las consecuencias físicas y mentales de un estrés vitalicio: “Muchos etarras han muerto de cáncer. A unos nos estropea el corazón y a otros, de otra manera”.
FERNANDO RUEDA
Rueda ha repartido por capítulos los testimonios en primera persona de gente que nunca había hablado (incluidas las dos hermanas de Lejarza) y el periodista también refleja el dolor de ‘El Lobo’ por su familia, la fuerza que le da la fe, y sus equivocaciones: “No quiere salir como alguien que no comete errores”.
Lejarza explica premoniciones que ha sentido sobre peligros y atentados, y le consta que en el antiguo Cesid hubo al menos un asesor parapsicólogo, igual que ahora los tienen los servicios estadounidenses e israelíes, dice: “Claro que los tienen”.
LA INTELIGENCIA ESPAÑOLA HOY
Rueda ha declarado a Europa Press que Lejarza sigue siendo un agente negro (solitario y sin posibilidad de salvarse demostrando vínculo alguno con el servicio secreto) y que el servicio suele abandonar a los agentes negros tras cumplir sus misiones, pero que ‘El Lobo’ ha sabido sobrevivir.
Además, ha destacado que Lejarza “trabaja para el Estado” y no para gobiernos ni tendencias, hecho que considera demostrado precisamente porque le han atribuido ideologías diferentes a medida que han pasado los diferentes gobiernos, ya desde el franquismo.
Respecto a la inteligencia española hoy, cree que “el servicio secreto ha perdido claramente operatividad”: alude al escándalo sobre Pegasus y a la gestión del Gobierno en el último año.
Ha concretado que el servicio secreto no persigue delitos, como hacen las policías, sino posibilidad de delitos, y que ahora “no puede actuar en Catalunya ni en el País Vasco por una voluntad del Gobierno”.
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