Fiscalía rebaja a dos años y medio la petición de prisión por coacciones y añade acusación por no perseguir un delito
BARCELONA, 18 (EUROPA PRESS)
El jefe de la Policía Local de Pineda de Mar (Barcelona), Carles Santacreu, ha negado que oyera amenazas de concejales del PSC al gerente del hotel del municipio que alojaba a agentes de la Policía Nacional el 1-O durante la reunión –a la que él también asistió– en la que el teniente de alcalde Jordi Masnou presuntamente le dijo que, si no echaba a los policías, le cerraría el hotel.
Santacreu lo ha dicho este miércoles en la Audiencia de Barcelona durante la segunda sesión del juicio por un presunto delito de coacciones, en el que Masnou y la exteniente de alcalde Carme Aragonès reconocieron los hechos este martes y pactaron una condena de un año de prisión e inhabilitación.
En cambio, Santacreu niega las acusaciones del fiscal –que ha rebajado de tres años a dos y medio la pena que pide para él por presuntas coacciones– y ha asegurado que, si hubiera oído alguna amenaza durante la reunión, “habría abierto diligencias”.
En el trámite de conclusiones finales, el fiscal ha añadido una petición alternativa de pena para Santacreu en caso de que el tribunal no lo condene por coacciones: ha sumado la acusación por “incumplir” con su condición de policía y presuntamente no perseguir un delito que ocurrió delante suyo, y pide a los jueces que por este delito le condenen a 15 meses de inhabilitación y una multa de 13.500 euros.
El jefe de la Policía Local ha contestado a las preguntas de todas las partes excepto de la Fiscalía, ha asegurado que “miraba las necesidades que tenían” los policías hospedados en el hotel, y ha puesto como ejemplo que habilitó una zona con conos frente al edificio para que pudieran aparcar, y ha contado que al ver que había manifestantes en el lugar avisó a los Mossos.
“Yo soy compañero de la Policía Nacional, de la Guardia Civil y de los Mossos d’Esquadra, y trabajo con la máxima ecuanimidad y justicia posible”, ha declarado Santacreu.
CONCEJALES
Aragonès y Masnou han declarado a preguntas del fiscal y de sus defensas para ratificar que reconocen los hechos de los que se les acusa.
Aragonès ha asegurado que “en ningún momento se utilizó la amenaza” y ha afirmado que el aviso de que le podían cerrar el hotel hacía referencia a que no cumplía diversas normativas.
Por su parte, Masnou ha dicho que la situación se les fue de las manos y ha admitido que dijo que podían cerrar el hotel durante cinco años, y ha matizado: “Se hizo mención a las irregularidades en la licencia de algunos de los hoteles. Se habló de que adecuar los hoteles podía comportar unos cinco años. El cierre lo podían comportar todas estas irregularidades”.
TESTIGOS
Este miércoles también han declarado como testigos dos agentes de Policía que han afirmado que el jefe de la Policía Local hacía “contravigilancias” en el hotel para saber a qué hora entraban y salían del edificio, algo que Santacreu ha negado.
Los dos policías vieron la reunión entre los concejales y el gerente del hotel desde fuera del despacho, que tenía las paredes de cristal, pero no escucharon de qué hablaban.
También ha testificado la concejal de ERC Mònica Palacín, que estuvo en la reunión pero no está acusada: ha asegurado que ni ella ni Santacreu hablaron dentro del despacho y ha dicho que fue una situación “muy tensa” porque los policías les miraban y grababan a través de la cristalera de la sala.
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