BARCELONA, 30 (EUROPA PRESS)
El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma) ha lanzado el contrato de obras para la integración de la línea de ancho convencional Barcelona-Granollers-Girona a su paso por el núcleo urbano de Montcada i Reixac (Barcelona), donde se soterrará la línea ferroviaria tras una inversión de 621 millones de euros.
En un comunicado este miércoles, el Gobierno ha explicado que el contrato ha sido aprobado por parte del Consejo de Administración de Adif y que el Consejo de Ministros dará próximamente “su visto bueno” definitivo para su licitación.
La “necesidad” de concursar nuevamente estas obras se deriva del recurso presentado en marzo por la Confederación Nacional de la Construcción (CNC) contra el pliego de cláusulas administrativas particulares del expediente de licitación, que fue resuelto en junio con una actualización de los precios de las materias primas.
Según el ministerio, la integración del ferrocarril en el núcleo urbano de Montcada i Reixac impulsará “una de las grandes obras de transformación urbanística y ferroviaria en la red de Rodalies” y, junto con otras que están en curso, promoverá la permeabilidad de la infraestructura ferroviaria de la línea Barcelona-Portbou.
En el contrato se contemplan mejoras en las condiciones de seguridad para los vecinos y la explotación ferroviaria, ya que se prevé eliminar dos pasos a nivel y crear espacios “de convivencia y dinamización socioeconómica”, además de contribuir a la reducción de la huella de carbono.
CARACTERÍSTICAS DEL PROYECTO
Para la integración del ferrocarril se ejecutará un túnel de una longitud de unos cuatro kilómetros que alojará tres vías y, en cuanto al trazado del tramo soterrado, que se iniciará a la altura del barrio de Can Sant Joan, se construirá una estructura formada por pantallas de hormigón.
Posteriormente, su ejecución se realizará mediante sistemas de excavación de túneles, alcanzándose una profundidad de 35 metros.
La soterración en el ámbito urbano del municipio se realizará mediante la construcción de pantallas, losa de cubierta y contrabóveda y, a partir de este punto, el soterramiento seguirá avanzando en dirección norte, cruzando el cauce del río Ripoll y la autopista C-33.
La nueva estación subterránea se ubicará en las proximidades de la estación actual, contará con tres vías y dos andenes laterales, y prevé ser “sostenible, accesible y funcional”, y la vía central, sin andén, será utilizada por los trenes regionales que no realizan parada, reduciendo así sus tiempos de viaje.
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