Los jóvenes de origen extranjero y los que tienen menos dinero sufren más soledad
BARCELONA, 12 (EUROPA PRESS)
El 9,1% de jóvenes españoles dice sufrir cierto “aislamiento social”, 3 puntos menos que la media de la UE, que anota un 12,4% de juventud europea que dice sufrir algo de soledad, según el estudio ‘Las relaciones personales de los jóvenes con su entorno’ del Observatorio Social de la Fundación La Caixa.
Se analiza la sociabilidad de los jóvenes españoles en comparación con otros países de la UE, así como los factores de desigualdad que agravan el aislamiento social, informa la Fundación en un comunicado este lunes, Día Internacional de la Juventud.
El estudio sitúa a los jóvenes españoles entre los menos “aislados” socialmente de la UE, ya que su sociabilidad es más rica que la media europea, tienen más relaciones personales fuertes e interactúan con amigos, compañeros de trabajo o familia de forma ligeramente más frecuente.
Uno de los datos más significativos es que los jóvenes en España tienen una mayor proximidad hacia sus progenitores, incluso comparando con países culturalmente más parecidos como Grecia y Portugal.
FACTORES DE LA SOLEDAD
Sobre el aislamiento, el investigador principal del estudio, Miquel Verd, ha destacado que ser mujer, no tener empleo o ser de origen extranjero agravan la soledad de jóvenes en toda la UE, así como vivir en un hogar con alta vulnerabilidad económica, ser desempleado de larga duración o tener progenitores con una categoría ocupacional baja.
En España, otra diferencia es que los chicos suelen sentirse más aislados que las chicas, algo que a escala europea pasa a la inversa, y, además, los jóvenes españoles con perfiles más vulnerables no están tan aislados con en el resto de la UE, excepto en el caso de las personas de origen extranjero.
Aunque el aislamiento social y la soledad no deseada se asocia a personas mayores, en las últimas décadas la demografía de la soledad ha cambiado por una evolución de las sociedades occidentales marcada por la “individualización” de las relaciones y el debilitamiento de los vínculos comunitarios.
Verd ha destacado que mejorar la socialización del joven implica que quienes trabajan con ellos tengan conciencia de la importancia de las redes personales más allá de la familia como fuente de recursos para una vida plena, ya que estos lazos fuertes son los que más apoyo suelen proporcionar, sobre todo en el ámbito emocional.
COVID-19 Y MÓVILES
El estudio remarca que la pandemia de la Covid-19 fue un golpe para los jóvenes, que aumentó la demanda de consultas con profesionales de la psicología.
Verd ha apuntado que la pandemia agravó la “mercantilización” del ocio que ya se estaba desarrollando años antes, algo que, a su juicio, influye en el aislamiento de las personas con menos recursos al no tener dinero para ir con sus amigos a tomar algo.
El investigador ha añadido que se ha magnificado el impacto del uso del teléfono móvil en el empeoramiento del aislamiento y que, en realidad, si una persona tiene algunas relaciones personales, el mundo digital puede mejorar esos lazos.
El peligro de Internet, añade Verd, reside en las personas que no tienen relaciones personales y que corren riesgo de pasarse todo el día construyendo una red ficticia de conexiones en las redes.
- Te recomendamos -