BARCELONA, 22 (EUROPA PRESS)
El candidato del PSC a la alcaldía de Barcelona, Jaume Collboni, ha propuesto recuperar 30 interiores de manzana con 171 millones en los próximos dos mandatos si llega a gobernar la ciudad tras las elecciones municipales de mayo.
En rueda de prensa este miércoles junto a la teniente de alcalde de Movilidad y número tres de la lista del PSC, Laia Bonet, ha considerado “fundamental” tener un horizonte de desarrollo urbanístico para recuperar espacios verdes en la ciudad con presupuesto y localizaciones.
En concreto, el plan socialista prevé habilitar 90.000 metros cuadrados adicionales de espacios verdes en el Eixample, a través de 15 interiores de manzana por adquisición directa y otros 15 mediante acuerdos con los propietarios en un modelo que ha reivindicado “de diálogo y de pacto”.
Al detalle, la inversión prevista hasta 2030 cuenta con 135 millones para adquisiciones distribuidos en 50 para el primer mandato 2023-2027 y 85 adicionales para completar el proyecto, mientras que 36 irán destinados a la urbanización de los espacios.
Para Collboni, se trata de recuperar una política de los alcaldables socialistas que “nunca se tendría que haber olvidado”, por lo que también ha explicado que quieren recuperar un instrumento especial como la empresa municipal Pro Eixample para cumplir su objetivo.
Bonet ha añadido que las transformaciones urbanísticas tienen que estar, al mismo tiempo, al servicio del planeta, de las personas y del progreso, y que esta planificación quiere generar espacio verde de calidad para el juego sin afectar a la actividad económica y a la movilidad.
El PSC apuesta “por un urbanismo transformador y no superficial”, ha mantenido Bonet, que de llegar a gobernar Barcelona ocuparía la tenencia de alcalde de Urbanismo, y ha dicho que su modelo evita –en sus términos– la barrera de contemplar solo una de las necesidades de transformación.
‘SUPERMANZANAS’ Y CIRCULACIÓN
Ha mantenido que hay que “parar y evaluar” cada ‘supermanzana’ y, al mismo tiempo, ganar –literalmente– espacio verde allí donde el plan Cerdà planificó para el verde urbano.
Así, ha considerado que en el último mandato se ha priorizado otra política urbanística, y ha defendido que la alternativa socialista es “más eficiente, más económica, es igualmente ecológica y tiene lógica y sentido común con la trama Cerdà”.
Sobre reducir carriles de circulación, Collboni ha sostenido que “lo que se tiene que reducir es la contaminación y el ruido” y que para ello hay que garantizar el transporte público y facilitar la electrificación de la movilidad individual y colectiva en la ciudad.
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