‘L’enverinadora’ combina ‘true crime’ y autoficción y asegura que sigue siendo “tema tabú” en la población
BARCELONA, 20 (EUROPA PRESS)
La periodista Anna Sàez Mateu recupera en el libro ‘L’enverinadora’ (Pòrtic) el impacto que suscitó un quíntuple crimen en La Granja d’Escarp (Lleida) hace 90 años en una combinación de ‘true crime’ y literatura del yo y que busca explicar la historia “más allá de las cinco muertes”.
En rueda de prensa este jueves en Barcelona, la periodista ha asegurado que 90 años después continúa siendo “un tema tabú, que a mucha gente le cuesta” en la población, en la que ella nació y en la que creció en una de las casas en la que ocurrieron tres de los crímenes.
Sàez Mateu (La Granja d’Escarp, 1969), actual directora del diario ‘Segre’, ha remarcado que era una historia que llevaba “muy adentro”, pero que hasta que no halló la forma de explicarla más allá de las muertes provocadas por Dolors Coït no se decidió a escribirla.
Ha afirmado que ha explicado la historia de este episodio de La Granja d’Escarp –en el que Coït mató a su suegra, marido, cuñados y un sobrino envenenándolos– a través de su propio filtro y cómo va procesando los hechos a lo largo de los años con una mirada externa.
La periodista ha explicado que fue un crimen muy mediático, del que se hablaba más en la prensa de Madrid que en la de Barcelona con sus “primeras espadas”, en el contexto de la II República y con una joven de 21 años como protagonista.
“15 MESES”
Sàez ha asegurado que todos los crímenes de Dolors Coït entre 1934 y 1935 fueron por codicia y que la arrestaron cuando el bebé todavía estaba vivo, con periodistas ya en la población, por lo que se preguntó “qué lleva a esta expectación”.
Ha dicho que el crimen despertó interés por las cinco muertes, una de ellas un bebé, y porque la asesina era una joven de 21 años de aspecto frágil, que con el paso de los meses en la cárcel se hace más sofisticada: “Utiliza la prensa, dándose cuenta de que le da fuerza. Los 15 minutos de Warhol se convierten en 15 meses”, ha dicho.
Más allá del crimen y el posterior juicio en el que se condenó a Dolors Coït, ha repasado la “herida” que provocó en el pueblo, los silencios en las casas y la curiosidad que generó en las siguientes generaciones, así como la sorpresa de que hubiera rehecho su vida en Madrid al salir de la cárcel.
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