SORIA, 26 Jul (EUROPA PRESS)
Las placas de cristal de fotografía esteroscópica encontradas en una caja de zapato de una casa han permitido conoecr cómo fue la localidad soriana de Auatua en el año 1948.
El Archivo Histórico Provincial de Soria ha inaugurado este viernes la exposición ‘1948. Atauta a través del cristal’, que se podrá visitar hasta octubre, y cuyo origen está en unas placas encontradas en una caja de zapatos en una casa de esta localidad perteneciente a San Esteban de Gormaz.
La delegada territorial de la Junta de Castilla y León en Soria, Yolanda de Gregorio, ha asistido a la inauguración de la exposición, acompañada del vicepresidente de la Diputación provincial, Enrique Rubio; la Jefa de Servicio de Cultura, Marta Fernández; la concejala del ayuntamiento de San Esteban, Soledad Albitre, el alcalde de la pedanía, Adolfo Tomás; vecinos del municipio, la directora del archivo, Auxiladora Sánchez, y como personal de la biblioteca, Mercedes Melendo.
La exposición se basa en las fotografías realizadas por el doctor afincado en Barcelona Lluís Carrasco i Formiguera, que pasó el verano de 1948 en Atauta, pueblo natal de Amalia Tomás, que trabajaba en su casa.
Ambos se alojaron en casa de unas hermanas en Atauta, localidad donde retrató sus paisajes, sus gentes, Las labores, tradiciones y el día a día.
COMPRA DE LA CASA
Años después, a principios de los 70, el abuelo de Marisa Tofé compró la casa de las hermanas Maluenda, donde se alojó el autor ese verano. Allí, en una caja de zapatos, se conservaban numerosas placas de cristal de fotografía esteroscópica.
Así, décadas después, se revelaron y fueron saliendo a la luz las imágenes y se hizo un grupo de WhatsApp para identificar a las personas.
La historiadora Marisol Encinas vio las fotos y quiso saber más, hasta dar con el autor y con otra gran colección que se encontraba en archivo fotográfico de la Biblioteca Nacional de Cataluña, que cuenta con 6.000 imágenes de Lluís Carrasco y sus viajes por todo el mundo.
La exposición se basa en las 65 placas que se encontraron en la casa y las 60 que se han comprado a la Biblioteca Nacional de Cataluña, lo que hace pensar que el fotógrafo aficionado viajaba con dos cámaras.
El autor identificaba en las placas con una leyenda en catalán. Los vecinos de Atauta han podido descubrir cosas de su pasado que desconocían, como un lavadero cubierto que desapareció.
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