BURGOS, 14 (EUROPA PRESS)
La Policía Nacional de Burgos detuvo el pasado 2 de agosto a un varón con varios antecedentes por dar un puñetazo para llevarse el reloj que portaba y las dos pizzas que la víctima había pedido en un establecimiento.
La rápida solicitud de asistencia efectuada por el agradido y su determinación de perseguir al encausado propició la rápida localización y detención del mismo y su posterior puesta a disposición de la Autoridad Judicial.
Los hechos tuvieron lugar sobre las 6.50 horas de la madrugada del viernes 2 de agosto, cuando un joven, que se encontrada en un dispensador automático de pizzas ubicado en la céntrica calle San Lorenzo, esperaba a que su pedido le fuera entregado, informa la Subdelegación del Gobierno a Europa Press.
La víctima fue abordado por otro individuo, no mucho mayor que él, que le preguntó “si se encontraba solo”, a lo que el joven contestó afirmativamente. En un momento dado, el agresor le dijo que le “gustaba su reloj”, y acto seguido y sin más explicación, le propinó un fuerte puñetazo en el rostro que lo envió al suelo. El agresor aprovechó para sustraerle el smartwatch que llevaba en su muñeca y de paso, llevarse dos pizzas que la víctima había depositado en el suelo.
Tras unos segundos de aturdimiento, la víctima se recuperó y salió corriendo en persecución del autor del hecho, localizándole sentado en la terraza de un restaurante de la Plaza Mayor, ingiriendo una de las pizzas que le acababa de sustraer.
En ese momento llamó a la Policía Nacional, que envió dos dotaciones uniformadas en respuesta a la solicitud de ayuda. Cuando vio a los agentes, el agresor huyó de nuevo hacia el Paseo del Espolón, donde se le perdió la pista a la altura de las traseras del Teatro Principal.
Los agentes que acudieron al aviso rastrearon las inmediaciones, tanto en el paseo como en la vereda del río Arlanzón. Fue la víctima el que vio al presunto autor del hecho, completamente mojado por el agua del riego de los aspersores, cuando salía tras una columna donde se había escondido.
Los policías lo interceptaron y procedieron a su detención como presunto autor de un delito de robo con violencia.
Durante el cacheo superficial le intervinieron -por si procedieran de algún ilícito penal- un teléfono inteligente así como un colgante plateado que portaba, de cuya propiedad ofreció explicaciones incoherentes a juicio de los policías. Pese a las labores de búsqueda, no fue posible recuperar el reloj sustraído a la víctima, aunque sí las pizzas.
El joven agredido fue trasladado por los propios policías al HUBU para ser asistido de las lesiones que presentaba, y posteriormente poder adjuntar el informe médico a la denuncia sobre los hechos.
Al autor de un presunto delito de robo con fuerza le constan cinco detenciones policiales previas por hechos similares.
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