POLADURA DE LA TERCIA (LEÓN), 13 (EUROPA PRESS)
El presidente de las Cortes de Castilla y León, Carlos Pollán, ha ejercido esta noche como pregonero de las fiestas de San Cipriano, que se celebran en la localidad leonesa de Poladura de la Tercia, donde ha apelado a la “responsabilidad del poder político” para afrontar el problema de la despoblación.
Pollán ha dedicado una parte del pregón a abordar el tema de la despoblación, afirmando que “hay problemas que ningún pueblo puede resolver por sí mismo, por fuerte que sea su carácter. La crisis demográfica y el consiguiente vaciamiento de zonas y más zonas de España es uno de esos problemas” y, a continuación, ha afirmado que “son muchos los españoles que querrían vivir en Poladura de la Tercia y en otros pueblos como este. Si no lo hacen es, lisa y llanamente, porque no se dan las condiciones. Condiciones que son responsabilidad del poder político”.
En este sentido, el presidente de las Cortes ha concluido que “urge” que los políticos pongan su memoria, su entendimiento y su voluntad en la resolución de lo que de verdad le importa al ciudadano”.
Pero también durante el pregón, además de rememorar sus vínculos con la localidad, ha aprovechado para recordar algunos hechos históricos de Poladura de la Tercia como el hallazgo de la talla de San Cipriano, la supervivencia de las tallas del Cristo de la Cruz y de San Antonio ante el ataque con hachas de unos milicianos durante la Guerra Civil o la reparación de las campanas de la iglesia por parte de los vecinos del pueblo, ocultándolas de los técnicos de la Dirección General de Regiones Devastadas, al poco de acabada la guerra.
Todo ello para destacar “el carácter que define a vuestros mayores, y a vosotros también. Un carácter hecho de tesón frente a la adversidad, sano orgullo, gusto por la libertad y resistencia a que os digan cómo tenéis que gobernar vuestros asuntos”.
Y ha finalizado su alocución haciendo un llamamiento a los vecinos para aparcar las diferencias y olvidarse de los problemas del día a día, al menos durante unos días, ya que “las fiestas también se inventaron para celebrar la vida en unión los unos con los otros”.
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