Elías León Siminiani rescata la figura del arquitecto Secundino Zuazo a través de una historia de amor cargada de humor e ironía
VALLADOLID, 24 (EUROPA PRESS)
La 67 Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci), ha acogido este lunes la presentación de ‘Nada’, una suerte de autodestructivo akelarre o descontrolado juego de las prendas llevado a cabo por parte de un grupo de adolescentes daneses que busca desesperadamente algo que tenga sentido en la vida.
Bajo esta premisa filosófica, la cinta, basada en la novela homónima de Janne Teller y dirigida por Trine Piil y Seamus McNally, plantea la peligrosa deriva de una generación que, ante una carencia de metas o motivaciones, así como ante la falta de atención de sus padres, acaba por recorrer una peligrosa senda de pruebas de valentía en la que el individuo desparece para entregarse a la tiranía de la masa.
En este contexto, los jóvenes responden a esa presión entregándose a una carrera por la crueldad donde el resentimiento alimenta una hoguera que llegará a traspasar lo metafórico. Esta coproducción germano-danesa que compite en Sección Oficial aporta también una visión crítica sobre el mercado del arte contemporáneo y sus límites.
Si bien la polémica y exitosa novela de Teller data de 2011, la película traslada la acción al tiempo presente, con alusiones expresas a la pandemia como el uso de mascarilla por parte de uno de los personajes, Gerda (Andrea Halskov-Jensen), o la aparición de fechas concretas en elementos físicos de la cinta, como una lápida que puede en un momento del metraje, el cual apenas alcanza la hora y media.
Bajo este “planteamiento filosófico” y un argumento “muy atractivo”, la trama pretende hacer una reflexión sobre los “sacrificios y ofrecimientos” que todo el mundo debe hacer en la vida, según ha defendido su codirectora Trine Piil durante la rueda de prensa posterior a su proyección en el festival.
Contada a través de la perspectiva de los adolescentes para los que “resolver esta pregunta es importante”, la realizadora (que también se ha encargado de adaptar el guión) reconoce que aunque esté muy anclada al presente, la situación que refleja “hubiera encajado perfectamente dos décadas antes” y ha advertido de que, como se muestra en la película, “los padres a veces no quieren saber sobre la situación de sus hijos de forma deliberada”, algo que ejemplifica especialmente en la película la madre de Agnes, otra de los alumnos, pendiente de su incipiente carrera política en el ámbito local.
“COPIA DE UNA COPIA”
‘Nada’ –título en español que comparte con la novela en que se basa y que fue prohibida en varios países durante su publicación en 2011– comienza con la marcha de Pierre Anthon, interpretado por Harald Kaiser Herrmann, de su clase de octavo curso, cansado de que lo intenten convertir “en copia de una copia”.
Tras ello, se encarama a lo alto de un árbol del que se niega a bajar, provocando el desconcierto en sus compañeros de clase, que tras tratar de convencerlo en vano de bajar, reaccionan con hostilidad hacia él y, más tarde, buscan la forma de impresionarlo.
Es así como la actitud nihilista del adolescente provoca una crisis existencial de tal calibre en sus compañeros que éstos comenzarán su desaforada carrera por obligar a los otros a renunciar a algo preciado que se irá complicando cada vez más y cuya representación explícita en el filme puede herir sensibilidades.
Completan el reparto de la cinta Vivelill Sogaard Holm en el papel de Agnes, Maya Louise Skppper Gonzalez como Sofie, Peter Gantzler como el profesor Eskildsen o Mia Lerdam como supervisora educativa.
Bo Bilstrup es el responsable de la fotografía de esta película con montaje de Morten Giese y Allan Funch, sonido de Hans Moller y música de Johan Caroe. La producción ha corrido a cargo de Thomas Lydholm, Janine Jackowski, Trine Piil, Mette Hesthaven, Jonas Dornbach, Maren Ade, Brenda Fingleton.
‘ARQUITECTURA EMOCIONAL 1959’
De forma previa a su estreno en Seminci, se ha proyectado el cortometraje ‘Arquitectura emocional 1959’, con guión y dirección de Elías León Siminiani, quien a través de la historia de amor de Sebas y Andrea contada con grandes dosis de humor e ironía en el Madrid franquista del curso académico 1958-1959, rescata del olvido la figura del arquitecto bilbaíno Secundino Zuazo.
El poder de un beso para acabar con la vergüenza de clase de uno y la culpabilidad burguesa de la otra dan muestra del tono con que León Siminiani construye su parodia política al tiempo que aborda el desarrollo urbanístico de la capital de España en la posguerra, con la Ciudad Universitaria, la expansión del Paseo de la Castellana o la Colonia San Cristóbal como ejemplos abordados.
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