El exdirigente socialista y catedrático de Economía Zenón Jiménez-Ridruejo respalda su viabilidad económica y capacidad de financiarlo
VALLADOLID, 29 (EUROPA PRESS)
Un grupo de medio centenar de “progresistas” ha reclamado retomar el soterramiento como solución “óptima” para la ciudad de Valladolid por las ventajas que conlleva y la realización de una consulta popular así como su financiación al igual que en otras ciudades españolas.
Además, han advertido que los proyectos que se ejecutan mal pueden tardar 20 años en corregirse, pero los que no se hacen pueden perjudicar durante “siglos”, según ha explicado el exdirigente socialista y catedrático de Economía de la Universidad de Valladolid, Zenón Jiménez-Ridruejo, en una rueda de prensa en la que se ha presentado un manifiesto en el que se razonan los motivos por los que abogan por el soterramiento.
Así, ha aclarado que lo que pretenden hacer es una propuesta pública a la ciudadanía porque consideran que el soterramiento es el proyecto “más importante” del siglo XXI para Valladolid, fundamentalmente por ocho razones que ha enumerado.
En concreto, porque consideran que mejora la estructura de organización urbana de la ciudad; condiciona y beneficia al sistema de transporte y comunicación urbana; supone un cambio esencial en el medio ambiente de la ciudad, reduce los ruidos y mejora la limpieza de amplias zonas urbanas; estimula la inversión tanto municipal como de otras administraciones, generando actividad económica y empleo; beneficia económicamente a los propietarios de viviendas y locales de zonas afectadas deprimidas; redistribuye la renta en favor de los barrios más desfavorecidos; y mejora las condiciones de vida y de la actividad de una “enorme” y una “importantísima” parte de los ciudadanos de Valladolid.
“Se puede soterrar”, ha aseverado, el catedrático, quien ha añadido que si la duda es “no que sea la solución óptima, que no es”, sino si hay capacidad para financiar el proyecto, la respuesta es que “sin ninguna duda”, con las cifras que aportan, “se puede”.
En concreto, ha argumentado que el coste de las obras pendientes del soterramiento, lo que resta por hacer, según Adif y valorado a precios de 2017 sería de 648,4 millones, pero están pendientes los 414,7 de los débitos al sistema financiero, por lo que en total el coste se elevaría a 1.052 millones a fecha de 2017, ha insistido.
Sin embargo, considera que sea más elevado y los 1.300 millones a los que ha hecho referencia el alcalde hace días estén actualizados y los recursos disponibles serían 979 millones, por lo que se pueden actualizar las necesidades de financiación tanto en costes como en recursos, dado que los terrenos se han revalorizado “sin duda.
Jiménez-Ridruejo ha calculado que con el primer cálculo (Adif 1997) serían 83,1 millones “a repartir” entre cuatro administraciones y entidades, de los que al Ayuntamiento le tocarían 20,8, que suponen 4,2 en cinco años, pero incluso si el coste fueran los 1.300 millones que indicaba el alcalde las necesidades de financiación para el Consistorio serían 80 millones en cinco años, es decir, 16 anuales, para unos presupuestos reales de inversión municipal que alcanzan los 74.
PROPUESTA
En este marco, el grupo hace una propuesta de varios puntos, los puntos más importantes de su manifiesto, que pasan primero por la interrupción del “llamado proceso integrador” con túneles, “que no es satisfactorio”, para continuar con la celebración de una consulta pública ciudadana “con toda la información encima de la mesa” sobre costes y beneficios, formas financieras y participaciones.
Si el resultado de la consulta fuera positivo, proponen renegociar y conseguir unas condiciones societarias y de financiación para el proyecto, que habrá que rehacer entero porque no se está en condiciones de asumir el pasado al no existir “ese compromiso”.
El cuarto punto de su propuesta pasa por una exigencia presupuestaria al Ministerio de Transportes con un “trato igualitario” con otros soterramientos del resto de España como los previstos con cien por cien de financiación estatal en Cataluña o el 50 por ciento de Valencia, que contará con los fondos Next Generation de la UE.
Precisamente el quinto punto que piden es que el soterramiento de Valladolid se incluya entre las inversiones que se lleven a cabo con estos fondos y, finalmente que haya una adecuación “temporal y de plazos” porque es algo que considera que se ha aprendido del proyecto del soterramiento, la adaptación a las condiciones coyunturales del ciclo económico. “Cuando las cosas vayan mal, paramos, y cuando las cosas se relanzan, relanzamos, sin perjuicio del carácter y del compromiso estructural de un proyecto que es de largo plazo y que es fundamental para esta ciudad”, ha explicado.
HISTORIA
Jiménez-Ridruejo ha explicado que la apuesta parte de quienes tienen una “edad acumulada” y son “un archivo de información”, tras lo que ha “echado la vista atrás” para recordar que en el PSOE en 1993, cuando se hacían grupos de estudio para analizar los recursos y las estrategias dentro de la formación, se planteó por primera vez el soterramiento para mejorar su integración en la ciudad, aunque seguramente otras entidades o personas lo hubieran planteado en esa época.
“Pero nosotros, los socialistas, lo planteamos por primera vez en 1993 como una solución óptima para la articulación de los barrios situados más allá de las vías del centro”, ha insistido.
Tras recordar sucesivos pasos y que antes las pretensiones “labradas” en el seno del partido se trasladaban de éste a las instituciones y “no al contrario”, ha incidido en que ya cuando gobernaba el PP hubo un acuerdo unánime en el Ayuntamiento, sólo con la abstención de Izquierda Unida, en torno al soterramiento, pero la decisión del PP de basar la financiación en la venta del suelo y las crisis financieras y de vivienda limitaron el proyecto.
Pero sobre todo, ha apuntado, la falta de capitalización de la Sociedad y la financiación a crédito de todas las obras, esencialmente las vinculadas con los nuevos talleres de Renfe y su acceso, supusieron un gasto de 309,7 millones de euros con un coste financiero de 114, una “escandalosa financiación que revela un error estratégico profundo por parte del Ayuntamiento del Partido Popular”.
Así, a pesar de que el actual alcalde, Óscar Puente, ante notario se comprometió a comenzar las obras si era elegido después de que el PP pospusiera “sine die” la operación, el PSOE, con apoyo de IU y Podemos alcanzó la alcaldía y tomó la decisión de sustituir ese proyecto “tan ambicioso” por una integración con túneles.
Ahora, ha incidido en que “en los últimos meses” el PP ha cambiado de opinión y se decanta de nuevo por soterrar, pero ha recordado que los partidarios del soterramiento reivindican desde hace cuatro años un nuevo pacto para soterrar y la plataforma en su defensa ya ha cumplido un año “con un trabajo excelente”.
“Por cierto, se dice que le hacemos el juego a la derecha. Eso es inaceptable”, ha añadido Jiménez-Ridruejo, quien ha aludido al tiempo y presupuesto “desaprovechado” para relanzar el proyecto cuando el PP estaba en el Gobierno central y permanecía en la Junta.
“Ahora se apuntan por motivos electorales, pero nunca han creído en el soterramiento estos señores, así que no nos vengan con historias”, ha aseverado, tras lo que ha reiterado que los partidarios del soterramiento son los socialistas y los progresistas.
Sin embargo, ha aclarado que este es “un proyecto sin ideología”, para el bienestar de los ciudadanos, y ha explicado que el grupo que presenta el manifiesto es “plural y variado” está integrado por personas de diferentes ámbitos, algunos pertenecientes a la Plataforma, a los que no se ha pedido otra cosa que un apoyo “firme, serio y riguroso”.
- Te recomendamos -