
El colectivo denuncia que la nueva normativa pone en peligro la salud de las mascotas y provocará una mayor resistencia antimicrobiana
VALLADOLID, 26 (EUROPA PRESS)
Más de un centenar de veterinarios se ha concentrado esta mañana ante las puertas de la Subdelegación del Gobierno en Valladolid para exigir la derogación del Real Decreto 666, una normativa “demoníaca”, según denuncian, que entró en vigor el pasado día 6 de enero instaurada por el Ministerio de Agricultura que, a su juicio, “coarta” su autonomía, dificulta sobremanera su labor diaria con más burocracia, provocará una mayor resistencia antimicrobiana y, finalmente, repercutirá en el bolsillo de los titulares de las mascotas.
El colectivo veterinario, que secunda así una movilización convocada en toda España ante las subdelegaciones del Gobierno en las distintas capitales, se ha hecho oír en el caso de Valladolid en el transcurso de una concentración en la que los participantes, algunos acompañados de sus mascotas, se han apostado tras varias pancartas en las que se podía leer ‘Comprometidos con el uso responsable de los antimicrobianos’ y ‘Por una profesión veterinaria digna. Por la salud de nuestros pacientes’, al tiempo que no han cesado de corear consignas del tipo “el decreto 666 por el culo os lo metéis”, “esta pastilla no nos la tragamos” o “los veterinarios somos sanitarios”.
Colegios de veterinarios, sindicatos, empresarios del sector…todos ellos en representación de los 439 colegiados en Valladolid y un total de 3.500 en Castilla y León, se han unido en el acto para expresar su indignación ante la entrada en vigor de un RD que, entre otras medidas, les priva de la prescripción y dispensación de medicamentos y antibióticos–tal cometido queda reservado a farmacias y centros de dispensación animal–e impone el uso de medicamentos de amplio espectro con el fin luchar contra la resistencia antimicrobiana, lo que, en su opinión, viene a cercenar la autonomía de la que hasta ahora gozaban y que les permitía tratar a las mascotas con medicamentos o antibióticos específicos a cada especie y dolencia, todo ello basado en su experiencia y profundos conocimientos adquiridos a lo largo de años de ejercicio profesional.
“Durante la tramitación de la nueva normativa hemos planteado observaciones que no han sido tenidas en cuenta por la Administración del Estado, que ha hecho además un desarrollo que no se ajusta a la trasposición del reglamento europeo y que en otros países tiene un desarrollo absolutamente distinto y mucho más flexible”, ha reprochado el presidente de Colegio de Veterinarios de Valladolid, Rufino Álamo, quien, en declaraciones recogidas por Europa Press, ha advertido de que el objetivo de la UE es la resistencia antimicrobiana y, sin embargo, en España ese real decreto tendrá efectos totalmente contrarios.
EFECTO CONTRARIO AL PERSEGUIDO POR LA UE
Y es que Álamo recuerda que la veterinaria española lidera en Europa la reducción en el uso de antimicrobianos, un 70 por ciento logrado desde 2014, algo que, como así insiste, pone ahora en solfa la nueva normativa impulsada por el ministerio de Luis Planas puesto que impide a los veterinarios tratar a los animales con los antibióticos hasta ahora utilizados y les obligan a sustituirlos por otros atendiendo a su ficha técnica, aunque los mismos no sean los más adecuados para esas mascotas, especialmente cuando se trata de los más pequeños como pájaros y hámsters.
“Eso impide que usemos los antibióticos que deberían ser de primera elección, basados en criterios estrictamente profesionales, reservando aquellos que hay que utilizar cuando se producen resistencias antimicrobianas”, lamenta Álamo, que también se queja de la excesiva burocracia que impone la nueva normativa y la inseguridad jurídicas que provoca al colectivo ante el riesgo de ser sancionados con multas abusivas.
Álamo, quien ha aprovechado también para recordar la reivindicación histórica de que los centros veterinarios sean conceptuados como “centros sanitarios”, lo que, entre otras medidas, les permitiría obtener una reducción del IVA, considera legitimidad la movilización convocada por “motivos objetivos y técnicos contra un decreto que impide mejorar el bienestar y la salud animal y, por ende, incide en la salud pública, que es el objetivo último de la resistencia microbiana”.
En la misma línea, Leandro Álvarez, de la Asociación de Veterinarios Empresarios de Valladolid (Avemvall), no ha dudado en tildar de “demoníaco” ese RD 666 que desde su entrada en vigor a primeros de enero están “sufriendo” los integrantes del sector, “que sufre una psicosis brutal al estar sometidos al peligro de una sanción abusiva por el ejercicio de un servicio que ahora está poco menos que criminalizado”.
Para Álvarez, el citado decreto viene ahora a coartar la labor que los profesionales del sector vienen desempeñando con el bagaje que les da la experiencia atesorada durante muchos años y que es sustituida por “criterios de unos políticos que ignoran” el trabajo que desarrollan y que “se agarran a ese objetivo de luchar contra la resistencia a los antibióticos, y el efecto va a ser totalmente contrario”, ha coincidido con el máximo responsable de los veterinarios de Valladolid.
El responsable de Avemvall ha indicado que los efectos de esa contestada normativa ya se están sufriendo en muchas explotaciones ganaderas en forma del sacrificio de animales y ha apuntado que a la larga también repercutirá de forma muy importante en el “bolsillo” de los titulares de las mascotas.
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