VALLADOLID, 9 (EUROPA PRESS)
Más de 80.000 personas han participado en la 57ª Feria del Libro de Valladolid, que concluye este domingo tras diez días en los que ha ofrecido variedad de actividades como encuentros, talleres, mesas redondas o firmas.
El Ayuntamiento de Valladolid ha señalado, en un comunicado recogido por Europa Press, que esta cifra de asistencia convierte a la cita “en uno de los eventos culturales más destacados de Valladolid y de Castilla y León”.
Así, ha subrayado que esta edición de la Feria del Libro se recordará por las largas colas en las firmas y la gran asistencia de público tanto a las actividades culturales en formato de encuentros con los autores y mesas redondas celebradas en el Círculo de Recreo como en las actividades de promoción de la lectura y talleres del Pabellón de la Plaza Mayor.
“Ha sido una feria sensacional y así nos lo han trasladado los profesionales, los escritores y el público”, ha afirmado la concejala de Educación y Cultura de Valladolid, Irene Carvajal, quien ha mostrado su voluntad de trabajar para seguir mejorando el formato y hacerlo aún más atractivo para todos los públicos con la premisa de que “la literatura, la buena literatura sea la gran protagonista”.
Uno de los hechos más destacados del evento ha sido la gran presencia de público de todas las edades, atraídos en buena medida por algunos de los autores que se acercaron hasta Valladolid para firmar sus libros, ha destacado también el Ayuntamiento.
En este apartado, ha puesto en valor los nombres de Inma Rubiales, César Pérez Gellida, Andrea Longarela, Blue Jeans, o Fernando Aramburu, cuyos seguidores estuvieron en algunos casos hasta dos horas esperando su turno para conseguir esa firma y fotografía con los autores.
Las actividades de promoción de la lectura también han contado con una alta participación, con un lleno en todos ellos y con la necesidad, en algunos casos, de habilitar más mesas de las previstas inicialmente para atender a la gran demanda del público familiar, que se acercaba con los niños y niñas tanto a los cuentacuentos como a los talleres de ilustración.
En el apartado comercial, la visión general tanto de las librerías como de las editoriales presentes ha sido “buena” y han apuntado a dos claves: la buena programación con actividades para todos los públicos que ha atraído a los lectores y el emplazamiento en la Plaza Mayor, que a su juicio “es del mejor” para la celebración de la feria como punto neurálgico de la actividad de la ciudad, según ha destacado el presidente del Gremio de Libreros, Pablo de Garay.
Por otro lado, el homenaje a las librerías de Valladolid ha puesto el sello final a esta Feria del Libro de Valladolid personalizado en las tres más antiguas de la ciudad: Los Arcos, Clares y Sandoval. Los propietarios de cada una de ellas, Miguel Ángel Hernández, Fernando Mateos y Miguel J. Sánchez han recibido, de manos de Carvajal, la escultura conmemorativa del artista Miguel Ángel Tapias a partir del diseño del artista Manolo Sierra que representa el logotipo de la feria.
Asimismo, en una conversación guiada por el periodista Paco Alcántara, los libreros han reflexionado sobre la profesión y los retos de futuro.
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