VALLADOLID, 23 (EUROPA PRESS)
El municipio vallisoletano de Amusquillo acoge este sábado, 24 de agosto, en el marco de su XXXVII Semana Cultural, la presentación del libro ‘La Atardecida’ de Jesús Carrascal, un “pequeño homenaje” a las gentes rurales de los pueblos castellanos, a la nauraleza, a la caza, a Los santos inocentes y al escritor Miguel Delibes.
La obra también se presentará en un acto el viernes 20 20 de Septiembre en la Biblioteca Miguel Delibes de Moratalaz en Madrid, según ha explicado el autor en declaraciones a Europa Press.
En lo que respecta a ‘La Atardecida’, Carrascal ha detallado que la idea de escribri la obra nació de la “imperiosa necesidad” de expresar unos sentimientos vividos durante varios años a lo largo de su infancia en un pequeño de la provincia de Valladolid y que le dejaron un “fuerte impacto”.
Entre ellas el contacto con personajes rurales y su entorno, su forma de vivir, de expresarse, sus costumbres. “Todo ello dejó una huella tan profunda en mi que tuve la obligación de inmortalizarlo a través de mi obra”, ha confesado el autor, quien ha señalado que ‘La atardecida’ es un homenaje literario a todas esas personas rurales que viven y luchan cada día en pueblos “abandonados de la mano de Dios”.
“SENSIBILIDAD DESGARRADORA”
En lo que respecta al significado de Miguel Delibes y su obra en este libro, Carrascal ha remarcado que la conexión con Delibes viene reflejada por la “devoción” que le inculcó la figura de su padre en relación al escritor y todo lo relacionado con los castellanos, fruto de su nacimiento en esas tierras y de su amor por la literatura.
“Miguel Delibes extiende su influencia desde la primera cita que abre mi novela hasta los rincones más reconocibles de su imaginario dedicado al mundo rural y sus gentes”, ha expresado el autor de ‘La Atardecida’, al tiempo que ha reflexionado sobre la “sensibilidad desgarradora” de Delibes para describir el entorno rural y sus gentes, algo que le “apasionó desde el primer momento”.
En cuanto a la estructura del libro, Carrascal ha indicado que la partición de la novela en cinco capítulos le aporta al libro una lectura “más fluida” y una manera de dar protagonismo o resaltar un personaje o una situación concreta en cada momento.
Del mismo modo, la forma expresiva utilizada en la obra pertenece al lenguaje costumbrista y espontáneo de unos personajes reales, su forma de actuar y expresarse, alejada de toda búsqueda de diálogos forzados e irreales y situaciones o argumentos utópicos, que contrasta con las narrativas actuales
De hecho, Jesús Carrascal ha enfatizado en que el diseño de personajes no ha precisado en ningún momento de un proceso de invención o documentación por su parte ya que se trata de personas “reales, sencillas, anónimas, reflejo de la vida rural, resaltando sobre todos ellos la que muy bien se puede considerar la protagonista encubierta de la obra”.
Con este personaje el autor busca reflejar el sentido de la vida y la muerte a través de éste personaje en una “clara dimensión existencial”, donde las referencias personales son sus vivencias en etapa de infancia en un pequeño pueblecito castellano, el contacto con esos personajes y el impacto que todo ello causó en él.
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