PALENCIA, 2 (EUROPA PRESS)
Los embalses de la provincia de Palencia que gestiona la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) entran en el mes de septiembre en una situación ligeramente mejor que la registrada hace un año por estas mismas fechas, pese a la sequía de los meses de julio y agosto, la restricción en el riego y el uso responsable de los recursos hídricos por parte de los trabajadores del campo
Según ha informado Asaja Palencia a través de un comunicado remitido a Europa Press, estos factores han permitido llegar a esta situación con niveles un poco superiores a los del 1 de septiembre de 2022, ya que en la última semana de agosto del pasado año la CHD cerró el grifo del riego para miles de hectáreas de la provincia palentina.
Asimismo, esta situación es algo mejor que la registrada hace un año debido a las limitaciones en el uso que ya aprobó la CHD en el principio de la campaña actual, junto a la “actitud responsable” por parte de los usuarios, fruto del acuerdo de regantes y el organismo regulador conforme se ratificaban las perspectivas de un segundo año consecutivo de sequía.
EL SISTEMA PISUERGA
El sistema Pisuerga, uno de los más condicionados de toda la cuenca, muchos de cuyos regantes dependen casi en exclusiva de la situación de los embalses, ha funcionado toda la campaña con los 3.500 metros cúbicos por hectárea establecidos al inicio, toda vez que el gran almacén de este sistema, el pantano de Aguilar de Campoo, ya arrancó el año con un grave déficit.
El embalse empieza este mes de septiembre con solo 37 hectómetros cúbicos, apenas uno más que en 2022 en estas mismas fechas (37,9 hectómetros cúbicos), lo que representa el 15 por ciento de su capacidad total.
Sobran más comentario acerca de estas cifras, que distan mucho de la media de la última década, cerca de 111 hectómetros cúbicos, a estas alturas de año.
Esa carestía motiva que el conjunto del sistema, al que también pertenecen los embalses de Cervera-Ruesga y La Requejada, se halle por debajo de los sesenta hectómetros cúbicos, con 59,8 frente a los 55,5 del 1 de septiembre de 2022, y del 19 por ciento de la capacidad del sistema Pisuerga, lejos de los más de ciento cuarenta hectómetros de media de la última década.
EL SISTEMA CARRIÓN, POR DEBAJO DEL 24%
Por lo que respecta al Carrión, que el pasado año no pudo concluir la campaña de riego, la situación es comparativamente mejor que en el Pisuerga, como ha sucedido en todo el periodo 2022-2023.
De hecho, las lluvias de final de primavera permitieron retomar la asignación inicial de 4.500 metros cúbicos a los regantes de un sistema que, aun así, acusa la sequía de dos años consecutivos y de un bimestre julio-agosto de “escasísima precipitación”, por lo que entra en septiembre por debajo de la cuarta parte de su capacidad total 23,9 por ciento.
Entre los embalses de Camporredondo y Compuerto superan ligeramente los 39 hectómetros cúbicos, frente a los 30,5 del pasado año por estas mismas fechas. En todo caso, el volumen en harto inferior al que presentaba el sistema Carrión a 1 de septiembre en la última década, con un promedio superior a los 55 hectómetros cúbicos.
Desde ASAJA esperan que la anunciada llegada de un frente frío y húmedo por el Atlántico, que dejará precipitaciones en la mayor parte de la Península Ibérica, contribuya también a aliviar algo esa escasez que arrastran los embalses de la provincia de Palencia después de dos años consecutivos de sequía.
Esta sequía sobre sequía no debe servir como una “cortina de humo que oculte el histórico déficit de almacenamiento y regulación que padece nuestro territorio”, ha aseverado ASAJA-Palencia en su comunicado, a lo que ha añadido que desde hace décadas repercute “desfavorablemente” en el desarrollo de la agricultura y “perjudica las posibilidades de la economía y el empleo en el conjunto de la provincia”.
- Te recomendamos -