VALLADOLID, 20 (EUROPA PRESS)
Los cinco miembros del clan familiar detenidos en enero de 2022 en el marco de la ‘Operación Eternal’ por traficar con drogas en el vallisoletano barrio de Pajarillos han sellado este martes un acuerdo con el fiscal del caso para aceptar dos años de cárcel cada uno de ellos, en lugar de los cuatro años y medio que, con carácter provisional, solicitaba la acusación pública.
La sentencia de conformidad ha sido anticipada ‘in voce’ por el magistrado que presidía el tribunal en una vista celebrada en la Audiencia de Valladolid donde todos y cada uno de los acusados, Ángel H.B, patriarca del clan, así como su esposa, Mariluz B.R; sus dos hijos, Brian y Carlos H.B, y un hermano del primero, David H.B, han ido ratificado un acuerdo que, amén de la referida pena privativa de libertad, incluye el pago de multas por importe de 300 euros, en lugar de los 900 demandados inicialmente.
El acuerdo entre las partes, recogido por Europa Press, contempla igualmente la suspensión de la ejecución de la condena por espacio de tres años, siempre y cuando los condenados no vuelvan a delinquir durante ese periodo y permanezcan localizados y a disposición del tribunal, al que deberán comunicar cualquier cambio de domicilio.
La ‘Operación Eternal’, iniciada en mayo de 2020, concluyó con la destarticulación de dos puntos de venta de cocaína en el referido barrio y frencuentados el líder, Ángel H.B, quien contaba con la colaboración del resto de los ahora condenados.
En concreto, en la mañana del 26 de enero de 2022 se desplegó un amplio dispositivo policial integrado por Unidades de Intervención Policial (UIP) y Policía Judicia contra el ‘menudeo’ de droga que ejercía el clan familiar estructurado y organizado en el que el patriarca ejercería el liderazgo.
La investigación se inició tras recibir informaciones acerca de un grupo de personas que se estaría dedicando a la venta de sustancias estupefacientes en dos domicilios ubicados en el barrio de Pajarillos.
Así, se establecieron en la zona varios dispositivos al objeto de comprobar la existencia del delito e identificar a las personas que pudieran tener participación en dicha actividad.
VENTA POR LA CIUDAD
Como consecuencia de las investigaciones realizadas, los agentes comprobaron que estas personas realizaban numerosas ventas de sustancias estupefacientes tanto en las inmediaciones de sus domicilios como en diferentes puntos de la ciudad, donde previamente habían acordado verse con sus clientes.
La investigación iniciada a principios del mes de mayo de 2020 tuvo que desarrollarse con dispositivos de vigilancia de gran dificultad, debido a las grandes medidas de seguridad realizadas por los investigados para llevar a cabo las transacciones.
Una de las medidas era el cambio constante de vehículos para realizar las transacciones en diferentes puntos de la ciudad y se detectó observado a lo largo de la investigación la utilización de hasta ocho vehículos para realizar este cometido.
En la explotación de la operación se realizaron dos registros en sendos domicilios ubicados en las calles Faisán y Mirlo y se ocuparon 4.050 euros obtenidos con la citada actividad ilícita.
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