La consejera aboga por reorientar la política de este servicio “de la mano de la empresa” a través de una colaboración público-privada
VALLADOLID, 1 (EUROPA PRESS)
La consejera de Industria, Comercio y Empleo, Leticia García, se propone “reorientar” toda la política que desarrolla el Servicio Público de Empleo (Ecyl) en Castilla y León “de la mano de la empresa” a través de la fórmula de la colaboración público-privada, sin necesidad de acudir a una reforma legislativa que llevó a los grupos parlamentarios de PP y Vox en su momento a registrar en Cortes una proposición de ley para la reforma del mismo y evitar “notables disfunciones”.
La nueva titular de esta cartera desde el pasado mes de julio, en sustitución de Mariano Vaganzones, consejero entonces de Vox, apunta que no es ella la más adecuada para “valorar” una iniciativa cuyo texto continúa en las Cortes pero, en cualquier caso, partiendo de la premisa de que “todo es mejorable”, defiende que en la actualidad el Ecyl “está funcionando perfectamente y no requiere de una nueva regulación legislativa para garantizar su funcionamiento porque lo está haciendo a pleno rendimiento y a modo de crucero”.
Así, recuerda que a esa estabilidad del Ecyl ha contribuido la labor del nuevo gerente al frente de un organismo “en cuya modernización interna se está ya trabajando, sin necesidad de esperar a esa reforma legislativa, y todo ello en aras a un ámbito de trabajo más eficaz, eficiente y con nuevos protocolos”, algo que la consejera se muestra convencida de que sus primeros resultados podrán verse ya en 2025.
A este respecto, García, a través de una entrevista concedida a Europa Press, precisa que en esa nueva reorientación del Ecyl tendrá mucho peso la colaboración con las empresas de Castilla y León pero también esos convenios que de forma inmediata se espera poder suscribir con las fundaciones de las universidades a fin de que los egresados universitarios puedan quedarse en la Comunidad mediante la realización de prácticas no laborales en el ámbito de las industrias.
Aunque la consejera asegura que en materia de Diálogo Social “no ha cambiado nada en la Junta”, lo cierto es que desde su llegada al cargo parecen haberse restañado las heridas abiertas en las relaciones entre su predecesor, el citado Mariano Veganzones, y fundamentalmente las organizaciones sociales.
En este sentido, García sostiene que en esta materia el presidente Fernández Mañueco lleva ya 17 acuerdos firmados con los agentes económicos y sociales y que son más de un centenar los suscritos por la Junta en su conjunto. “Hay un nuevo impulso, un nuevo talente, y se han retomado los deberes pendientes que había en alguna mesa de negociación”, zanja la titular de Industria, Comercio y Empleo.
Sobre el año que cerramos y el que acabamos de iniciar, García se felicita en el primer caso de que Castilla y León refleja unos resultados ciertamente positivos en materia económica y de empleo, “con buenísimos datos en exportaciones, el liderazgo en el Índice de Producción Industrial, un incremento de 21.000 cotizantes a la Seguridad Social en los últimos once meses, casi 6.000 desempleados menos…y ahí es necesario agradecer a las empresas que han apostado por esta tierra, a pesar de la inestabilidad propiciada por el Gobierno central con esa hiperregulación confusa, esos impuestos que no cesan de subir y esa desincentivación al emprendimiento”.
Sobre el año entrante, Leticia García insiste en la necesidad de contribuir a mantener un clima favorable a las empresas, en especial a las de un sector tan importante en Castilla y León como el de la automoción, del que asegura que “ha hecho los deberes” porque ha sabido innovar y adaptarse a los nuevos cambios, en especial en lo relativo a sistemas de conducción autónoma y la reducción de emisiones.
A su juicio, los nuevos retos tecnológicos y normativos en el sector imponen la necesidad de defender nuestra posición en Europa para garantizar la competitividad de las empresas, y ahí, recuerda, es donde el presidente de la Junta viene abogando por que haya una transición “justa e inteligente” hacia esas exigencias que conducen a la descarbonización.
PACTO DE ESTADO POR LA AUTOMOCIÓN
García recuerda que Castilla y León cuenta con una de las mayores capacidades de fabricación instalada en España, con un 20 por ciento del total y 35.000 puestos de trabajo “que no se pueden poner en peligro por avanzar de forma precipitada en esa transición”, de ahí que para garantizar su mantenimiento abogue por un Pacto de Estado, tal y como viene reclamando Fernández Mañueco, que defienda, por un lado, “nuestra producción pero también una inversión en redes de distribución para desarrollar el vehículo eléctrico e híbrido, un marco fiscal estable y una política arancelaria justa para que nuestro producto pueda competir en condiciones de igualdad con los países asiáticos”.
También de cara a 2025, la consejera tiene depositadas muchas esperanzas en el resultado de distintas iniciativas de su departamento, como las líneas de formación-orientación con las empresas y también en el ámbito de las nuevas tecnologías y la Inteligencia Articial (IA) para que los trabajadores logren la mejor de las cualificaciones.
Pero igualmente la consejería pone el acento en materia de comercio y del colectivo de autónomos, con una estrategia en el primer caso para el periodo 2025-2027 que busca el apoyo al comercio de proximidad, minorista y al existente en el medio rural, mientras que en el segundo caso está previsto impulsar líneas de ayuda para garantizar el relevo generacional y luchar contra el “envejecimiento”. La Mesa del Autónomo se fija como el ámbito en el que está previsto desarrollar muchas de estas iniciativas en favor del colectivo, entre ellas las dirigidas al sector artesano.
Así mismo, la consejera apuesta por lograr una “foto fija” respecto de la situación de los distintos polígonos industriales en Castilla y León, con el objetivo de trasladarla a los inversores para que puedan comprobar el “mapa de capacidades” actualmente existente, así como proseguir con los Programas Territoriales de Fomento, respaldar un sector incipiente como el de los videojuegos o apoyar la economía social de la mano del denominado Tercer Sector.
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