VALLADOLID, 22 (EUROPA PRESS)
La violencia de género psicoemocional (4,80 por ciento), la centrada en el pisco-control (2,53 por ciento) y la violencia física (3,44 por ciento) son los tipos de maltrato más comunes entre las mujeres con discapacidad en Castilla y León.
Así lo ha revelado ‘Ojo al dato. Visibilidad de una realidad oculta a través del dato: mujer, discapacidad y violencia’, el primer estudio que Inserta Empleo (http://www.insertaempleo.es), la entidad de Fundación ONCE para la formación y el empleo, ha realizado para visibilizar una realidad todavía desconocida, según informa la Fundación a través de un comunicado.
El lanzamiento del estudio se ha hecho unos días antes de la celebración de Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, el próximo 25 de noviembre. En este trabajo han participado más de 1.600 mujeres con discapacidad de toda España que han sufrido violencia de género y que forman parte del proyecto ‘Mujeres en Modo ON VG’. Del total de las entrevistadas, el 5,26 por ciento (84 mujeres) son de la comunidad autónoma castellanoleonesa.
“Si algo caracteriza este estudio es el hecho de visibilizar una realidad que, hasta ahora, permanecía desconocida para muchos. A lo largo de toda nuestra trayectoria ayudando a mujeres con discapacidad a salir adelante, hemos podido ver cómo la discapacidad era un motivo de violencia o una consecuencia de ella. Por tanto, era necesario arrojar datos veraces sobre esta situación que, hasta entonces, estaban ocultos y podrían ser las herramientas de cambio y evolución que la sociedad, y en especial estas mujeres, necesitan”, aclara Virginia Carcedo, directora de Transformación, Excelencia e Igualdad y secretaria general de Fundación ONCE y secretaria general de Inserta Empleo.
La violencia que más sufren las mujeres con discapacidad en Castilla y León es la pisco-emocional, centrada en el acoso psicológico a la víctima; seguida de la pisco-control, que pone el foco en el control coercitivo o, en otras palabras, la manipulación del agresor a la víctima; y la violencia física, que implica el uso de la fuerza física, detalla el comunicado.
No obstante, el estudio revela que estos no son los únicos tipos de violencia que sufren las mujeres con discapacidad en Castilla y León. El 2,27 por ciento sufren violencia económica, el 1,49 por ciento sexual y el 0,91 violencia vicaria, que busca hacer el daño a través de los familiares, en especial de los hijos.
“Superar esta situación no es fácil. Y, por desgracia, no todas las mujeres consiguen salir de ese hoyo tan profundo”, explicaba Carcedo. En Castilla y León, solo el 3,72 por ciento de las mujeres con discapacidad denuncia la situación. Por su parte, el 1,24 por ciento decide no denunciar y el 0,26 retira la denuncia.
“En casos como estos es complicado, o incluso imposible, que las autoridades detengan al agresor si la víctima no lo denuncia. Por lo que el autor de los abusos puede seguir realizándolos de forma continua, sin ninguna consecuencia. Algo que la sociedad no puede aceptar”, aclara la directora.
Este estudio se enmarca en el proyecto ‘Mujeres en Modo ON VG’, que Inserta Empleo, con la cofinanciación del Fondo Social Europeo, puso en marcha en 2020 con el propósito de acompañar y empoderar a las mujeres con discapacidad víctimas de violencia de género a través de la formación y el empleo.
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