SORIA, 23 (EUROPA PRESS)
La Villa romana de La Dehesa, en la localidad soriana de Las Cuevas de Soria, propiedad de la Diputación, es un “ejemplo de colaboración institucional para la gestión de los yacimientos arqueológicos”, como ha destacado este miércoles la viceconsejera de Acción Cultural, Mar Sancho.
Sancho ha visitado la Villa romana acompañada por el diputado de Cultura, Enrique Rubio, y por el jefe del servicio territorial de Cultura de la Junta, Carlos de la Casa, tras las últimas actuaciones realizadas en este importante yacimiento arqueológico de la provincia soriana.
Esta Villa romana estuvo dedicada en su origen a la producción agropecuaria y ocupa una amplia extensión de más de 4.000 metros cuadrados de terreno, propiedad de la Diputación Provincial.
El espacio cuenta con una zona residencial de más de una treintena de habitaciones pavimentadas con ricos mosaicos geométricos, organizadas en torno a un patio central.
Además, posee un área termal y una zona de servicio que permanece casi en su totalidad enterrada. Comenzó a excavarse en 1928 y en 1931 adquirió la condición de Bien de Interés Cultural, con la categoría de Zona Arqueológica.
JUNTA Y DIPUTACIÓN
Fruto de la firma en 2021 de un protocolo entre la Junta y la Diputación Provincial de Soria, ha sido posible promover e impulsar varias campañas de restauración, conservación y puesta en valor de este yacimiento, de conformidad con los objetivos básicos establecidos en la Ley 12/2002 de Patrimonio Cultural de Castilla y León.
En este sentido, la viceconsejera ha recordado que, en el marco de este convenio, la Junta ha llevado a cabo desde entonces una inversión total cercana a los 150.000 euros en actuaciones en esta importante villa romana.
Igualmente, ha puesto de manifiesto que la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte “tiene como una de sus prioridades para esta Legislatura la de promover e impulsar trabajos de investigación arqueológica aplicada”.
“Entendiendo ésta como una pieza necesaria para construir proyectos culturales completos y de calidad, que sirvan como polos de atracción de visitas, generadores de inversión y de desarrollo económico en los territorios despoblados”, ha matizado Sancho.
En este sentido, la Villa de La Dehesa constituye un ejemplo singularmente destacado, pues cuenta con un enorme valor científico ligado a su arquitectura y a los elementos arqueológicos que posee, parte de los cuales aún se encuentran por descubrir
Además, funciona como centro de numerosas actividades culturales, tales como talleres y concursos infantiles; celebra, asimismo, otras actividades complementarias, como la apertura nocturna para contemplación astronómica.
ACTUACIONES EN LA DEHESA
En 2021, la Junta actuó en los hipocaustos de las habitaciones nº 26 y nº 27, que se encontraban en un estado pésimo de conservación.
En ellos se llevaron a cabo trabajos de consolidación de estructuras murarias y de mosaicos, restauración y excavación, según los criterios contemplados en el Plan director de Conservación de la Villa, por un importe de 48.339 euros.
Al año siguiente, se acometió la restauración del mosaico de la habitación nº 26, ejecutado por la técnica musivaria de opus tessellatum, con teselas de material silíceo (caliza, pizarra, arenisca, cerámica-terracota) dispuestas sobre un soporte de mortero de cal y que se encontraba en un estado bastante deficiente.
Así, se llevó a cabo, entre otros trabajos, su documentación, limpieza, eliminación de antiguos morteros provisionales, clasificación de teselas desprendidas, consolidaciones puntuales o previas del material teselar, aplicación de disoluciones y morteros consolidantes, consolidación del sustrato inferior y relleno de oquedades para asegurar la cohesión de las teselas al soporte original y reintegración cromática. La inversión ascendió esta vez a 48.327 euros.
En el año 2023, los trabajos se han centrado en la restauración de las estructuras arquitectónicas de la habitación nº 28 y del área sureste, en la zona termal, que conforman una singular red simétrica de cubículos cuadrados y semicirculares fechados en el siglo III d.C.
Según ha apuntado la Junta se trataba de una de las zonas más deterioradas de la villa, por lo que se consideró prioritaria su preservación, con el objetivo de facilitar su integración en el recorrido visitable y su comprensión dentro del conjunto arquitectónico que conforma la villa romana. La inversión anual ha alcanzado los 48.375 euros.
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