VALLADOLID, 18 (EUROPA PRESS)
La Alianza por el Sueño y el Aula de Impacto Tecnológico de la Universidad Europea Miguel de Cervantes (UEMC) celebran este miércoles, a partir de las 10.00 horas, una jornada el fin de poner en valor la importancia del cuidado del sueño y su impacto en la salud y el bienestar.
La inauguración correrá a cargo Óscar J. Prieto, director del Aula, y está prevista la asistencia de Berta Mª Garcia Otero, vicerrectora de Estudiantes y Vida Universitaria de la UEMC, y de Eduardo García Prieto, terente de Salud de las Áreas de Valladolid del Sacyl.
En ella, especialistas en la materia como el doctor Carlos Roncero, profesor de Facultad de Ciencias de la Salud de la UEMC, presidente de la Sociedad Española de Patología Dual y miembro del grupo sanitario de la Alianza por el Sueño, y la doctora Silvia Gismera, miembro del grupo de Sostenibilidad, Economía y Empresa de la Alianza por el Sueño, explicarán a los estudiantes diferentes patrones propios de su conducta que se traducen en malos hábitos que afectan a la calidad de su sueño. Además, ambos doctores desvelarán diversas estrategias sencillas de hábitos de higiene del sueño con el objetivo de que los alumnos las puedan incorporar en su día a día.
En España, los problemas derivados del cuidado del sueño suponen un desafío para la salud pública, especialmente en la población joven. Según un estudio reciente, la prevalencia del insomnio en los adolescentes de nuestro país es del 38,5%. Además, a nivel global, la OMS estima que el 70% de la población mundial no duerme las 8 h/día recomendadas. Y según la World Sleep Societ, se considera que hasta el 45% de la población mundial padecerá, en algún momento, algún trastorno de sueño grave.
La ausencia de un sueño saludable impacta no sólo en el descanso nocturno, sino también en la capacidad de funcionamiento diurno, incluyendo la gestión emocional, el rendimiento cognitivo y la somnolencia, lo que nos afecta negativamente durante las 24 horas del día. Asimismo, la evidencia científica demuestra la correlación entre el insomnio y la aparición de enfermedades de diversa índole: cardiovascular, endocrina, metabólica o neurodegenerativa, además de aquellas alteraciones relacionadas con la salud mental como la depresión y la ansiedad.
USO EXCESIVO DE PANTALLAS
El uso inadecuado de las tecnologías supone un grave perjuicio para la calidad de nuestro sueño, sobre todo entre los adolescentes antes de dormir. La National Sleep Fundation de EEUU, en su estudio ‘Uso de medios a la hora de acostarse y sueño’, señala que el uso de dispositivos a la hora de acostarse tiene un impacto negativo en los adolescentes, que conlleva problemas de atención durante el día y somnolencia diurna. Concretamente, establece que los adolescentes que usan pantallas una hora antes de irse a dormir tienen una menor cantidad y calidad del sueño y más dificultad para conciliarlo.
Por su parte, según el estudio Impacto de Internet y las redes sociales en la salud mental de los jóvenes, un 22,5% de adolescentes ha reducido considerablemente el tiempo dedicado a otras actividades que no requieren dispositivos tecnológicos. Por ejemplo, el deporte, que es practicado menos por quienes más dependencia de la tecnología tienen.
Tal y como afirma el doctor Roncero, “en la actualidad, lograr un descanso adecuado a través del sueño se ha convertido en un gran desafío al que muchos estudiantes universitarios hacen frente cada día. Junto con el uso excesivo de pantallas, otros factores como los horarios irregulares o el consumo de sustancias como el café, el tabaco, el alcohol o el cannabis contribuyen a que los jóvenes sean más vulnerables a sufrir trastornos relacionados con el sueño. Debido a ello, conciliar el sueño en el momento de ir a dormir es una labor cada vez más difícil de cumplir para los jóvenes a causa de la sobreactividad de su cerebro antes de ir a la cama”.
De igual manera, el consumo de fármacos hipnosedantes, como benzodiazepinas y fármacos Z dirigidos a aliviar los síntomas del insomnio con efecto de sedación representa una realidad preocupante en la población española y, por ende, en la población infantojuvenil. De hecho, España es el país que se sitúa a la cabeza en el consumo mundial de este tipo de sustancias.
En este sentido, la doctora Gismera puntualiza que “esta práctica de consumo de fármacos o sustancias varias no prescritas, es decir no supervisadas por un profesional sanitario, no solo no resuelven los problemas de sueño, sino que los mantienen, con las consecuencias negativas que se derivan de un mal sueño, siendo las más relevantes la alteración del patrón de sueño, el deterioro cognitivo, los trastornos emocionales y el riesgo de adicción a las benzodiacepinas y otras sustancias. Estas afectan directamente al comportamiento de los jóvenes y también impactan en su rendimiento académico, además de aumentar el riesgo de la aparición de enfermedades relacionadas con la salud mental como la ansiedad, el estrés o la depresión”.
EDUCAR Y CONCIENCIAR
La sensibilización acerca de los distintos hábitos diarios que repercuten directamente en la higiene del sueño es una herramienta muy poderosa para evitar consecuencias negativas en la salud física y emocional, a corto y largo plazo. Esta realidad adquiere aún más importancia cuando la toma de conciencia se hace en edades tempranas, ya que la puesta en práctica de acciones sencillas que favorecen el cuidado del sueño en los jóvenes conlleva un gran beneficio para su bienestar.
“Realizar este tipo de jornadas dirigidas a los estudiantes universitarios supone un paso enorme para poner en valor la importancia de cuidar nuestro sueño cada día y, sobre todo, para fomentar una adecuada higiene del sueño en las futuras generaciones que nos permita disminuir la cifra de trastornos relacionados con el insomnio en nuestro país”, declara el doctor Roncero.
En esta misma línea, la doctora Gismera añade que “dirigirse a la población joven para educar y concienciar sobre estrategias para mantener un sueño saludable es imprescindible, ya que los adolescentes tienen la capacidad de evitar futuros problemas de salud que pueden eludir adoptando unos sencillos hábitos en su día a día”.
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