LEÓN, 30 (EUROPA PRESS)
La rectora de la Universidad de León (ULE), Nuria González, y el alcalde de León, José Antonio Diez, han firmado este jueves un convenio para actualizar el mapa del ruido y reducir la contaminación acústica de la ciudad, en el que el Consistorio aportará 90.000 euros para la ejecución de un acuerdo que tiene por objeto la zonificación acústica y delimitación de las áreas que tengan que ser sometidas a un mapa estratégico de ruido detallado antes del 30 de junio de 2027.
Se trata de la renovación de un acuerdo vigente desde 1990 que parte del Vicerrectorado de Investigación y Transferencia de la institución académica y lo desarrolla su Laboratorio de Acústica Aplicada.
Además, antes del año 2029, el Consistorio de la capital leonesa contará con un borrador de planes de acción enfocado a la atenuación de la contaminación acústica que se extraiga de los informes elaborados.
En la firma de esta colaboración institucional también han estado presentes el concejal de Desarrollo Urbano, Luis Miguel García Copete y el director del Laboratorio de Acustica de la ULE, Jesús Cepeda.
VIGENCIA DEL CONVENIO HASTA 2028
El alcalde de León ha señalado que la salud acústica es “uno de los elementos determinantes para la calidad de vida” y que por ello es necesario analizar esta situación “de una forma profesional”, así como conocer las medidas “efectivas y rápidas” para abordarlo.
Diez ha subrayado “el éxito” de anteriores acciones conjuntas con la institución académica leonesa a la par que ha reforzado la idea de León “con menos contaminación acústica que encaja con el compromiso del Ayuntamiento de desarrollar un proyecto de ciudad más cómoda y amable”.
En esta línea, ha desgranado que “gran parte” del territorio municipal cuenta con confort acústico, a la par que ha reconocido también que existen áreas en las que se deben realizar los correspondientes ajustes.
Por ello ha definido el convenio firmado, que tendrá vigencia hasta el 31 de diciembre del próximo 2028, como “un punto de partida excepcional para las acciones que haya que implementar”.
EFECTOS “MUY TANGIBLES”
Por su parte, la rectora de la ULE ha remarcado “la importancia de que el conocimiento generado en las aulas” de la institución se transmita a la sociedad y ha considerado la contaminación acústica como “uno de los retos ambientales más importantes”, ya que aunque “no se ve”, sus efectos son “muy tangibles”.
La responsable de la Universidad de León ha asegurado que este plan de acción, que incluye acciones formativas para Policía Local y técnicos municipales, está encaminado a reducir la contaminación acústica y hacer de la ciudad “un entorno más sostenible”.
El desarrollo de este mapa estratégico del ruido comprenderá la realización de mediciones de los niveles sonoros del tráfico viario, del tráfico ferroviario y de la actividad industrial de la capital.
Para concluir, González ha recordado que esta medida está alineada con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y la Agenda 2030 con el objetivo de que la Universidad juegue “el papel de construir un futuro más sostenible tanto en iniciativas de investigación como en la formación de los estudiantes”.
CONSECUENCIAS DEL TRÁFICO
El director del Laboratorio responsable de los trabajos ha detallado que han asesorado al Ayuntamiento tanto en la elaboración de mapas acústicos, en el aislamiento de determinados establecimientos, así como en la labores de vigilancia y control de equipos desde hace más de 30 años.
Jesús Cepeda ha argumentado que los nuevos mapas podrán evaluar “globalmente” la exposición al ruido y realizar predicciones sobre el mismo en determinadas zonas. También ha recordado que estas herramientas que el Consistorio está obligado a renovar cada cinco años, ya fueron desarrolladas por su laboratorio en el año 2017 y en el 2022.
Según lo datos recogidos por el anterior informe con vigencia, el tráfico viario es el principal agente de contaminación acústica en la ciudad y la franja con mayor incidencia la comprendida entre las 8:00 y las 20:00 horas.
En cuanto a las zonas, el Distrito 2, comprendido en la zona delimitada por las calle Ordoño II, Suero de Quiñones, Ramón y Cajal y el margen del río Bernesga, es el área en el que más incidencia se registra. Durante la noche es el barrio Húmedo y el de Santa Marina la Real el distrito que mayor incidencia registra.
Las calles más ruidosas son aquellas que mayor tráfico rodado soportan como son las principales arterias de la ciudad y las zonas cercanas a la carretera de circunvalación. El tráfico ferroviario y la actividad industrial registran “poca incidencia”.
Tal y como ha informado el director del Laboratoria de Acústica Aplicada de Léon, comparado con los mapas anteriores el ruido calculado se ha reducido “sensiblemente” en los últimos años gracias a las peatonalizaciones ejecutadas así como a la reducción de los límites de velocidad en el casco urbano y a la instalación de calzadas fonoabsorbentes.
En esta línea, el regidor de la capital leonesa, ha señalado como medida “más importante” la promovida en el año 2008 con la declaración del casco histórico como zona acústica saturada que limitó la apertura de establecimientos de ocio nocturno y estableció las diferentes medidas de control llevadas a cabo en la zona por el Consistorio.
En relación a la regulación de la contaminación acústica, Diez ha defendido que la compatibilización de derechos y libertades “no es sencilla” en esta materia, y que su equipo de Gobierno se muestra preocupado por la dificultad para controlar el ocio nocturno.
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