VALLADOLID, 10 (EUROPA PRESS)
El impacto económico directo que ha producido la Semana Santa de este años en Castilla y León supera los 83 millones de euros, con un crecimiento del 35 por ciento sobre la generación que se produjo en el 2022, según los datos facilitados por el Gobierno regional.
En concreto, se estima el impacto económico en 83,71 millones de euros frente a los 62 millones del pasado año.
Este dato es especialmente destacable, puesto que el registro del año pasado “fue significativo”, dado que se eliminaron la mayoría de las restricciones y la Semana Santa pudo celebrarse después del parón de la pandemia.
Es la primera vez, desde que se poseen cifras oficiales, que en Castilla y León el impacto económico supera los 80 millones de euros.
Asimismo, las cifras del 2023 superan en un 23 por ciento el récord registrado en el 2019, hasta ahora el mejor año con un impacto de 67,9 millones de euros.
Es la principal característica que se deduce del Observatorio de la Dirección General de Turismo, que ha adelantado a hoy lunes el avance provisional de la Semana Santa.
El cálculo se ha realizado sobre dos escenarios: los diez días que van desde el viernes 31 de marzo al domingo 9 de abril y los tres días que se concentran en el momento “álgido” de la Semana Santa -Jueves Santo, Viernes Santo y Sábado Santo.
Este crecimiento “tan sustancial” del gasto tiene tres causas principales, el aumento de las pernoctaciones. Así, desde el Viernes de Dolores, 31 de marzo, hasta el Domingo de Resurrección, día 9 de abril, el número de pernoctaciones creció un 4,09 por ciento. En los días centrales de la Semana Santa, del 6 al 8 de abril, el aumento fue de un 4,45 por ciento.
Por segmento de mercado y dentro de este escenario temporal, destaca el “sensible” incremento de las pernoctaciones registradas entre extranjeros, con una subida del 11,25 por ciento. En particular, a diez días el número de pernoctaciones alcanzan las 546.674 frente a las 525.209 del año anterior. A tres días, las pernoctaciones pasaron de las 244.956 a las 255.864 de 2022.
En segundo lugar, cabe señalar un incremento de los viajeros excursionistas, es decir, aquellos que no utilizan habitación registrada como alojamiento turístico en sus desplazamientos. En el espacio temporal de 10 días los viajeros crecieron en Castilla y León un 6,09 por ciento, mientras que en la parte central de la Semana Santa, los días 6, 7 y 8 de abril, la subida registrada fue del 6,6 por ciento, en la comparativa con 2022.
Y, finalmente, se ha registrado un mayor gasto medio diario, que pasó de los 65,33 euros por persona del 2022, a los 71,95 euros del 2023.
Es “muy destacable” en este primer análisis el grado de ocupación -pernoctaciones en relación con las plazas ofertadas- alcanzado este año por el turismo rural, tanto en el periodo de diez noches, como en el festivo de tres noches. En ambos casos se han superado las cifras alcanzadas en el 2019.
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