BURGOS, 12 (EUROPA PRESS)
Agentes de la Policía Local de Burgos han detenido a un varón de 33 años, L.B, por un presunto delito de atentado contra los agentes de la autoridad y tras intervenir con él en cuatro ocasiones, en una de ellas tras atrincherarse en la fortaleza del Castillo, desde el que arrojaba piedras a los transeúntes, según informaron a Europa Press fuentes policiales.
El miércoles los agentes de la Policía Local tuvieron que acudir hasta en cuatro ocasiones para intervenir con un varón que estaba alterando gravemente el orden público.
El primer aviso al teléfono de emergencias 112 tuvo lugar sobre las 15:50 horas, en el que se informaba de que un varón se había introducido en un local de actividad religiosa de la calle Eduardo Martínez del Campo generando altercados y negándose a abandonar el inmueble.
Tras la llegada de los agentes, éstos deciden, una vez puestos al habla con esta persona, acompañarla para recibir los servicios del comedor social San Vicente de Paúl, donde a su llegada, y sin motivo aparente, rehusó todo tipo de ayuda y salió huyendo a la carrera.
DESNUDO POR LA CALLE
Poco más tarde, sobre las 17:35 horas, se recibió el segundo aviso en el que indicaban que un joven totalmente desnudo acometía a los vehículos que circulaban por la carretera del Cerro de San Miguel, dirección a la fortaleza del Castillo.
De inmediato, un vehículo de la Policía Local se dirigió al lugar, donde encontró a un hombre tendido en la calzada en ropa interior que, al percatarse de la presencia policial, salió huyendo.
Los agentes lograron darle alcance y, entre frases incompresibles, cogió una piedra y un palo de grandes dimensiones y volvió a huir ladera abajo mientras amenaza gravemente a los agentes, que esta vez no pudieron darle alcance.
Cerca de tres horas más tarde se recibió la tercera llamada en la que un vecino de la calle Cristóbal de Morales aseguró haber visto cómo el hombre que están buscando los agentes se le había acercado con una botella rota y, entre frases incomprensibles, le había pedido agua.
Acto seguido le entregó una botella de agua, momento en el que volvió a salir huyendo del lugar en dirección a las laderas del Cerro San Miguel.
A las 21:15 horas el vigilante de seguridad encargado de velar por el recinto interior y las instalaciones de la fortaleza dio aviso al operador de Sala de la Policía Local para informar de la presencia en el lugar de un varón que había escalado a una de las torres de la fortaleza. El citado individuo se había atrincherado allí, haciendo acopio de piedras y lanzándolas a cualquiera que se acercase.
Varias dotaciones de la Policía Local comprobaron que el hombre se hallaba encaramado a un lugar inaccesible, al que sólo se podía acceder escalando y que, en un momento dado, mientras profería arengas religiosas arremetía contra los agentes lanzándoles piedras.
Por ello, los policías tuvieron que intervenir con material de protección, siendo en este caso los escudos y los cascos de vital importancia. Uno de los agentes accedió hasta la zona más próxima para, desde allí, conminar y convencer a esta persona para que depusiera su actitud y bajara de la torre.
Tras un período de negociaciones, el agresor accedió a bajar y fue acompañado por un agente al exterior de la fortaleza, lugar donde aguardaba el resto de agentes para proceder a su detención.
De esta forma, L.B, de 33 años, fue detenido como presunto autor de una alteración grave del orden público, amenazas, desobediencia y atentado contra agentes de la autoridad.
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