SALINILLAS DE BUREBA (BURGOS) 19 (EUROPA PRESS)
El cadáver de Andrea Bejarano, la mujer de 34 años fallecida en Burgos a manos de su marido, ha sido hallado, tras la confesión del autor del crimen, semienterrado y bajo una encina en un paraje ubicado en la localidad de Salinillas de Bureba, a unos 40 kilómetros de distancia de la capital burgalesa.
La mujer, que había desaparecido el pasado domingo y que deja un hijo de 7 años, fue matada en su domicilio en Burgos y posteriormente conducido hasta dicha localidad por su pareja, militar de profesión, con la intención de esconderlo.
Precisamente, el escenario del hallazgo ha podido ser visitado esta tarde por los medios de comunicación en una visita a instancias de la Policía Científica de la Policía Nacional, en concreto a un paraje ubicado a unos siete kilómetros del casco urbano de Salinillas, en el Camino del Santuario de Santa Casilda, donde el presunto responsable del crimen, antes de llegar al monasterio, habría salido de la carretera para continuar por una pista forestal.
Así, el cuerpo sin vida de Andrea fue depositado por el autor confeso de su muerte a los pies de una encina, donde los agentes lo encontraron semienterrado. Se trataría, según ha explicado el subdelegado del Gobierno en Burgos, Pedro de la Fuente, de un lugar con “vínculos sentimentales para los dos”.
Fue el marido quien presentó inicialmente denuncia por la desaparición aunque acabó confesando, a las 03.00 horas de este miércoles, que él había acabado con su vida, tal y como ha explicado, en declaraciones a Europa Press, el delegado del Gobierno en Castilla y León, Nicanor Sen.
“No existía ningún tipo de denuncia por violencia de género” y la muerte de Andrea Bejarano es la primera que se registra en la Comunidad en lo que va de 2025, por lo que el delegado ha insistido “en seguir sensibilizando a la sociedad sobre esta lacra, sobre cifras que son insoportables para una sociedad democrática, donde los machismos, por supuesto, y la violencia no tienen ningún tipo de encaje”.
Por su parte, el subdelegado en Burgos, Pedro de la Fuente, ha alabado la tarea que ha realizado la Policía Judicial, que “ha podido resolver” este crimen en muy pocas horas después de que el domingo, con la desaparición de Andrea Bejarano, ya saltara “la preocupación y las correspondiente investigación policial”.
De la Fuente ha confirmado que el hombre está detenido a la espera de que pase a disposición judicial, mientras que el cadáver de Andrea Bejarano habrá de ser examinado por el forense para determinar la causa de su fallecimiento.
La pareja y su hijo estaban “perfectamente situada en Burgos, arraigados y trabajando”.
El hombre trabajaba en el Ejército, en la base militar de Castrillo del Val, y ella como técnico de Laboratorio en el Hospital Universitario de Burgos, concretamente en el área de Microbiología.
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