VALLADOLID, 24 (EUROPA PRESS)
La Formación Profesional ha vivido una auténtica “revolución en los últimos años” hasta el punto de que ya supera en alumnos al Bachillerato, además de “retener” a jóvenes que antes abandonaban los estudios en el sistema educativo lo que ha permitido reducir cuatro puntos la tasa de abandono escolar.
Así lo ha señalado, en declaraciones a Europa Press, la consejera de Educación, Rocío Lucas, que considera que hay “un antes y un después” en este ciclo formativo como ya advirtió el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, en su discurso de investidura. “Dijo que iba a ser la legislatura de la Formación Profesional y la excelencia que hemos alcanzado y cómo están encontrando empleo los alumnos es para estar satisfechos”, ha argumentado.
La consejera ha explicado que se partía de un número de alumnos que no llegaba a los 30.000, con 15 ciclos nuevos por curso, a superar los 47.000 –47.134 en total– y entre 44 y 50 ciclos nuevos al año. “El alumno se ve más reflejado con esta formación que, además, propicia empleos en empresas del entorno, lo que hace que, en la actualidad, tengamos 47.000 alumnos de FP, más que en Bachillerato –31.468 matriculados–“, ha detallado.
Unas cifras que también son “muy positivas” cuando se habla de empleabilidad, ya que, en palabras de la responsable autonómica, “el 96 por ciento encuentra un puesto de trabajo en la comunidad autónoma y el 93 por ciento en la comarca o en la zona donde está estudiando”. “Eso genera un vínculo entre el sector productivo y la formación muy importante, porque así la empresa puede tener un crecimiento en capital humano formado y cualificado y que le permite crecer ya no solamente en personal, sino también en exportaciones y en innovación”, ha apuntado para incidir también que el éxito de este ciclo formativo ha permitido reducir la tasa de abandono escolar del 13,9 por ciento del año 2018 a la 9,8 por ciento actual al “retener” a alumnos que de otra forma estarían “fuera del sistema”.
A pesar de las cifras, Lucas no cree que haya un “cambio de tendencia” ya que el alumno de Bachillerato sigue “siendo importante” y no hay variaciones “significativas” que sugieran “lo contrario”. “Simplemente hay alumnos que están ahora en el sistema educativo y que antes buscaba otras opciones”, ha matizado.
Y todo ello, ha lamentado, pese a los “palos en las ruedas” que pone el Ministerio de Educación a este ciclo formativo a través de normativas. “Lo hacen sin consenso, sin consultar con las autonomías que son las que tenemos que aplicarla”, ha reprochado la consejera que recuerda como se han tenido que modificar “125 órdenes de currículo” para adaptarse a las exigencias del decreto estatal, lo que ha provocado retrasos en las materias y las consiguientes críticas de los docentes.
“Es que el Real Decreto llegó un año más tarde”, ha insistido para recordar también los problemas que han tenido para adaptarse a la exigencia de que los alumnos de Formación Profesional, al igual que los universitarios, coticen en la Seguridad Social. “No queríamos dejar ese peso ni a los centros, ni a las empresas, teníamos que ser más responsables”, ha detallado Rocío Lucas que cifra, a día de hoy, en más de 12.500 altas en la Seguridad Social.
“Cuando haces normas que se plasman luego en las aulas, es necesario conocer y preguntar a las comunidades autónomas. El papel lo aguanta todo, pero luego hay que realizarlo y materializarlo. Es necesario conocer la realidad de los centros y tener contacto con las comunidades autónomas porque, al final, son las que tienen la gestión y el desarrollo en materia educativa, ya sea de FP, ya sea de enseñanza universitaria, ya sea de enseñanza no universitaria”, ha incidido.
En este punto, ha asumido que, al ser una autonomía que “cumple las leyes”, lo que siempre intenta es “minimizar en lo posible” el impacto de las normas al sistema educativo. “Hubiera sido deseable otra legislación en materia de Formación Profesional”, ha zanjado.
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