VALLADOLID, 9 (EUROPA PRESS)
La Diputación de Valladolid ha presentado este jueves, en el II Congreso Internacional de Buenas Prácticas en Inclusión Social, que se celebra los días 9 y 10 de noviembre en Tomelloso (Ciudad Real), el proyecto de intervención social @kompañ-ARTE que tiene como finalidad la promoción del desarrollo integral del adolescente, sirviendo de protección, apoyo y sostén emocional y social, para un desempeño adecuado de las tareas evolutivas propias de esta etapa.
El proyecto ha sido evaluado como buena práctica para la inclusión, por la Comisión de Valoración designada por la Cátedra, aplicando criterios de valoración y posteriormente será publicado en los medios gráficos y redes digitales de la Cátedra y de la Asociación para el Impulso de Cátedras en Servicios Sociales.
El objetivo del proyecto es la promoción del desarrollo integral del adolescente que está en situación de vulnerabilidad o de riesgo, para un desempeño adecuado de las tareas evolutivas propias de esta etapa, sirviendo de protección, apoyo y sostén emocional y social, tratando de capacitar a los adolescentes para afrontar las situaciones cotidianas, familiares y entre iguales, con el fin de responsabilizar a los menores en la toma de decisiones sobre su propia vida y lograr sus objetivos.
Una de las herramientas distintivas del programa para mejorar la calidad de vida de los adolescentes es la mentoría social, acompañándolos individualmente para evitar situaciones de crisis y fomentar su integración.
El proyecto @Kompañ-Arte de la Diputación Valladolid se inició en septiembre 2020, fundamentado en la necesidad de continuar con un trabajo grupal, iniciado en 2014, al detectarse un aumento de la conflictividad y el absentismo escolar entre menores de 12 a 16 años, añadiendo un trabajo individual con algunos menores enfocado a sus problemáticas y realidades concretas.
No se trata de una intervención terapéutica sino de un acompañamiento, supervisión, una figura adulta de referencia que ayuda en la resolución de conflictos diarios que encaja con la figura del mentor.
En 2021 se pilota el proyecto con dos casos de mentoría individual y a lo largo de 2022, y tras establecer protocolos de trabajo concretos a través de las comisiones de valoración de casos, se ha intervenido individualmente con 5 menores.
En 2023 continua la intervención grupal (15 adolescentes por grupo).
La necesidad de trabajar con estos adolescentes se debe a que presentan una problemática común: provienen de familias desestructuradas, sobrecargadas de responsabilidades y con altos niveles de estrés cotidiano. Este escaso apoyo familiar suele ir unido al fracaso escolar temprano.
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