BURGOS, 19 (EUROPA PRESS)
El Pleno del Ayuntamiento de Burgos, que ha celebrado este viernes la última sesión ordinaria del mandato, ha aprobado la modificación de la Ordenanza de Movilidad para implantar en la ciudad la Zona de Bajas Emisiones.
La modificación puntual ha salido adelante con los votos a favor del bipartito del PSOE y Cs y la abstención de Podemos, mientras que el PP y Vox han votado en contra, al igual que la edil no adscrita Carolina Blasco.
Tanto el alcalde, Daniel de la Rosa, como el concejal de Movilidad, Leví Moreno, han recordado que la implantación de estas zonas es un requisito legal en todos los municipios con una población mayor de 50.000 habitantes, por lo que han restado importancia al debate sobre la creación de estas áreas.
La más crítica con esta aprobación ha sido la portavoz del Grupo Municipal Popular, Andrea Ballesteros, quien ha afeado al bipartito realizarla en la última sesión del mandato, teniendo en cuenta que la aprobación definitiva le corresponderá a una nueva corporación.
Ballesteros ha recordado que el 35 por ciento de los vehículos de Burgos adolece de etiqueta calificativa, mientras que un 65 por ciento del parque móvil ostentan las letras ‘B’ o ‘C’, por lo que ha señalado que la implantación de la Zona de Bajas Emisiones que plantea el equipo de Gobierno tendrá únicamente un carácter restrictivo y no propiciará en la ciudad una movilidad urbana más sostenible.
VEHÍCULO ELÉCTRICO
En la misma línea se ha pronunciado el portavoz municipal de Vox, Ángel Martín, quien ha advertido al bipartito del elevado precio de los vehículos eléctricos, lo que impide a muchos ciudadanos acceder a ellos.
La portavoz municipal de Unidas Podemos, Marga Arroyo, ha rebatido las palabras del edil de Vox y ha insistido en que lo importante no es valorar si un vehículo eléctrico es más caro o no, sino fomentar medidas que favorezcan a los ciudadanos en sus desplazamientos diarios, sin tener que utilizar sus coches.
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