Fiscalía y acusación particular habían pedido el ingreso por riesgo de fuga
VALLADOLID, 23 (EUROPA PRESS)
El hombre que fue condenado el pasado mes de marzo a una pena de once años de prisión, Daniel D.J, por abusar sexualmente entre los meses de diciembre de 2019 y febrero de 2020 de una niña de 8 años, hija de su entonces pareja, en una casa móvil o ‘mobil home’ en el Camping de Cubillas de Santa Marta, permanecerá en libertad hasta que la condena sea firme.
Así lo ha acordado la Sección Segunda de lo Penal de la Audiencia de Valladolid, que rechaza la solicitud de ingreso en prisión por parte tanto de la Fiscalía como de la acusación particular, que justificaban dicha petición en la gravedad de los hechos, lo elevado de la condena y, consiguientemente, el riesgo de fuga del condenado, según informaron a Europa Press fuentes jurídicas.
En su resolución, el tribunal sentenciador ha resuelto mantener al condenado en libertad provisional pero con una serie de medidas cautelares que deberá cumplir, como la obligación de comparecer ante el juzgado o dependencias de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado todos los lunes de cada semana, la retirada del pasaporte y la prohibición de aproximarse a menos de 500 metros de la víctima y de comunicar con ella por cualquier medio o procedimiento.
“Todas las medidas acordadas estarán en vigor hasta que recaiga resolución definitiva y firme en el procedimiento”, concluye la Audiencia Provincial.
El aludido, Daniel D.J, fue hallado culpable de un delito continuado de abusos sexuales a menor de 16 años, en la modalidad de introducción de miembros corporales por vía vaginal, con la agravante de situación de convivencia y parentesco, y fue condenado a once años de privación de libertad, frente a los 16 que había pedido el fiscal y los 15,5 de la acusación particular y la absolución de la defensa.
La sentencia, que, sin embargo, le absolvió del delito de lesiones agravado, impuso también libertad vigilada durante siete años una vez cumpla la pena y, en concepto de responsabilidad civil, el pago de una indemnización de 16.750 euros en favor de la niña por daños morales.
Durante el juicio, celebrado a puerta cerrada, el acusado se declaró inocente de todos los cargos y achacó la denuncia de la menor a su negativa a trasladarse con él y su madre biológica a Vitoria, donde ambos buscaban trabajo.
Aunque no declaró la niña, el tribunal pudo escuchar el testimonio de la víctima como prueba preconstituida; es decir, en forma de grabación tomada a la menor en su día en la que ella relató y confirmó los abusos a los que había sido sometida por la pareja de su progenitora.
La madre de la pequeña, que se encontraba separada y tenía la custodia compartida, había iniciado una nueva relación con el ahora condenado, con quien vivía en una casa móvil o ‘mobil home’ en el camping de Cubillas de Santa Marta, donde la pequeña sufrió los abusos en varias ocasiones al introducirle D.D.J. sus dedos en la vagina.
Los hechos fueron conocidos por el padre de la pequeña y la que hoy es su nueva esposa a través del diario de la niña.
Durante el juicio, la madre biológica denunció que decidió poner fin a su relación con el acusado a raíz de presentar denuncia contra él en diciembre de 2022 tras conocer que había tenido un comportamiento idéntico con la hija de ambos, de 4 años.
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