La alcaldesa subraya la “alegría” de tener un “nuevo pequeño vecino”: “Os deseo mucha salud y paz”
VEGA DE VILLALOBOS (ZAMORA), 10 (EUROPA PRESS)
Karima, una mujer de 36 años procedente de Marruecos, ha cumplido su “sueño de ser mamá”, después de un largo proceso de tratamientos, prolongado por espacio de siete años, para poder concebir un hijo que supone la llegada de un nuevo vecino a la localidad zamorana de Vega de Villalobos, 18 años después del último natalicio.
Ayoub es un “milagro”, el nuevo vecino del municipio, con 91 habitantes censados en 2024 y que recientemente se ha dado a conocer por la puesta en marcha de una campaña para recuperar la torre de su iglesia, seriamente deteriorada. “Nada es imposible con insistencia y determinación; tener a la persona correcta a tu lado hace que todo sea fácil”, explica la mamá de Ayoub.
El nacimiento del primer bebé en Vega en 18 años se ha dado a conocer en el grupo de la red social WhatsApp del pueblo, donde Karima ha recibido la enhorabuena. “Es un hecho que merece que toquen las campanas”, señalaba uno de los vecinos.
Por su parte, la alcaldesa, Rebeca Navia, ha expresado su alegría por la llegada al municipio de Ayoub: “Me enorgullece decir que tenemos un nuevo pequeño vecino con nosotros”. Navia ha subrayado que un nacimiento “siempre es felicidad, alegría y gozo” y, en este caso, está “contenta de que se haya producido en el municipio, en Vega de Villalobos”, al tiempo que ha trasladado la enhorabuena a los padres: “Os deseo mucha salud y paz”.
El niño apenas dejar dormir a sus padres, Karima y Mohamed, pero come muy bien y les ha llenado de felicidad y de la emoción del sueño “cumplido”. La idea es criar a Ayoub en esta localidad, donde el progenitor trabaja en una ganadería desde hace ya cinco años.
La pareja vivía anteriormente en la vecina Villalobos, también durante unos cuatro años, pero el primer destino de Mohamed en España, “en busca de una vida mejor”, fue en Murcia. En Zamora fue donde consiguió un contrato para poder traer con él a Karima, nacidos cerca de Nador, en Marruecos, y con quien se casó en 2014.
“He realizado mi sueño de ser mamá en España”, relata Karima, que asegura que es “bueno” también para un pueblo como Vega de Villalobos tener un nuevo vecino, que vino al mundo el 22 de enero a las 18.50 horas en el Hospital Virgen de la Concha de Zamora, con un peso de 3.150 gramos.
“Estamos tranquilos y ahora también felices”, describe, aunque afirma que en la provincia no hay mucho trabajo para gente joven y echan en falta servicios, por lo que es necesario desplazarse a kilómetros de distancia. “Pero uno puede vivir en una gran ciudad y no ser feliz; lo importante es encontrar el lugar para ser feliz”, resume.
PERIPLO
Karima, que tiene ahora 36 años, empezó a visitar los servicios de Ginecología en 2017 para intentar averiguar por qué no se quedaba embarazada y comenzó con los protocolos para poder acceder a la fecundación in vitro (FIV) e inseminaciones artificiales que no fructificaron.
Tras pasar por centros públicos en Zamora y Valladolid, la pareja decidió ir a una clínica privada, en Madrid, donde pagó casi 10.000 euros, un dinero que no tenía pero que consiguió reunir con ayuda de familiares.
Los médicos pudieron extraer 12 óvulos a Karima, de los que seis pudieron ser fecundados y considerados buenos para la transferencia, pero la mamá relata que al final solo le quedaron dos. Se quedó embarazada por primera vez aunque a las cinco semanas comprobaron que no había salido adelante y sufrió un aborto en lo que califica de “etapa horrible”.
El restante que quedaba congelado tampoco pudieron transferirlo. Ante esta situación, regresó a Valladolid, de nuevo a la sanidad pública y, tras ocho meses de espera en lista, se inició de nuevo el proceso para ella con las dos oportunidades que tenía para quedarse embarazada.
En la primera, obtuvieron seis óvulos que no resultaron viables y no se podían transferir. En la última, once, de los que seis eran viables y le quedan cuatro congelados. Y esa vez fue la definitiva, explica, y subraya la “experiencia” de los doctores que le han tratado en Valladolid.
Karima insiste en que ha cumplido un sueño que “pensaba que no iba a poder ser”, aunque recalca que siempre ha contado con el apoyo de Mohamed. “Mi marido está siempre conmigo; me decía: no pasa nada. Y es así: el amor facilita las cosas pero la sanidad pública me ha dado un sueño”.
Ahora, a Karima le gustaría poder dar un hermanito o hermanita a Ayoub. “Cuatro no -señala, por edad y economía– pero sí un hermano o hermana” que, de cumplirse, sería un nuevo vecino en Vega de Villalobos.
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