RÁBANO (VALLADOLID), 22 (EUROPA PRESS)
El presidente de la Diputación de Valladolid, Conrado Íscar, ha definido a la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD), como “el pero del hortelano que “ni hace ni deja hacer” después de que la crecida de varios ríos haya provocado inundaciones en localidades como Rábano, Fresno, Medina del Campo o Viana “por la falta de regularización de los ríos”.
Así lo ha manifestado Íscar durante la visita que este lunes ha realizado, junto a la delegada de la Junta en Valladolid, Raquel Alonso, al municipio de Rábano, donde el desbordamiento del Duratón ha afectado a varias viviendas y ha obligado a desalojar a diez vecinos.
“Esa falta de regularización, de regular el caudal del río, provoca situaciones como las que hoy nos reúnen aquí en Rábano”, ha aseverado Íscar, quien ha pedido un trabajo “preventivo” en los ríos que pasan por la provincia, algo que “reclaman todos los alcaldes”, y aunque es consciente de que “no es la fórmula mágica” es necesario hacer esas tareas de prevención.
Asimismo, el presidente de la Diputación considera que Valladolid “debe ser declarada zona catastrófica” porque hay muchos municipios afectados por las crecidas de los ríos y ha insistido en la necesidad de aprovechar los Fondos Next Generation de la UE “para mejorar los cauces de los ríos”, que no sólo han afectado a viviendas sino a instalaciones municipales.
En este sentido, Conrado Íscar ha demandado la uniad de todas las instituciones “como lo ha demostrado la Junta, la Diputación, y los ayuntamientos” para evitar que situaciones como las que se han vivido “no se vuelvan a repetir, porque al final los caudales son los que son” al tiempo que ha planteado la búsqueda de fórmulas para poder controlar el agua “un bien tan escaso” que año tras año en época invernal “pueda ser embalsable” y se pueda utilizar tanto por los municipios como también para el sector.
Asimismo, el presidente de la Diputación ha insistido en la regulación del caudal agua ya que como le han transmitido los alcaldes de los pueblos afectados, “no se puede soltar el agua sin ese previo aviso y en esas cantidades que son inasumibles”, a lo que hay que sumar “que el cuidado y mantenimiento de los ríos no existe” y aunque los ayuntamientos quieren hacerlo, “sin ser su competencia”, la CHD es como “el perro del hortelano, ni hace ni dejar hacer”
El alcalde de Rábano, Juan GArcía Benito, ha explicado que cuando el agua del río cruzó la carretera el pnesamiento fue de que se iba a inundar “medio pueblo” pero gracias al trabajo de los “labradores, que con sus tractores, y junto a los vecinos, “evitaron males mayores”.
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