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Investigador de la UPSA propone modelos predictivos de éxito en el fútbol femenino de élite

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SALAMANCA, 15 (EUROPA PRESS)

Una investigación interuniversitaria, coordinada por el profesor de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte de la Universidad Pontificia de Salamanca (UPSA), Rubén Maneiro, describe cómo se producen las jugadas ofensivas en el fútbol femenino de élite y cuáles son los modelos predictivos para obtener éxito en el juego.

La revista de divulgación científica ‘Scandinavian Journal of Medicine & Science in Sports’, situada en el cuartil Q1 del índice ‘Scimago Journal and Country Ranking’ (SJR), ha publicado este trabajo elaborado por el profesor de la Facultad de Educación (CAFyD) Rubén Maneiro, como investigador principal, junto con Iván Baragaño y Antonio Ardá (Universidad de A Coruña), y José Losada (Universidad de Barcelona).

Para ello, en el artículo titulado ‘Deciphering the offensive process in women’s elite football: a multivariate study’, los investigadores se han centrado en la Copa Mundial Femenina de la FIFA de dos convocatorias (Canadá 2015 y Francia 2019) y han analizado un total de 6.063 ataques perpetrados durante todos los partidos.

La intención del equipo investigador era analizar cómo se producen las posesiones de balón (incidencia, eficacia y prácticas habituales).El segundo objetivo planteaba identificar los criterios que tienen relación con el éxito de la jugada. Finalmente, el tercer planteamiento, consistía en aportar soluciones para los entrenadores y mejorar el rendimiento de las jugadoras en el campo.

Tras la investigación realizada, han descubierto que un 70 por ciento de los ataques ofensivos no tiene éxito y un dos por ciento finaliza en gol.

Igualmente, los equipos de fútbol femenino obtienen mejores resultados cuando realizaron ataques rápidos, con posesiones cortas de balón, en el campo contrario.

También existen diferencias “significativas” entre la primera y segunda parte del partido, ya que los ataques más acertados de tiro a puerta, gol o pase al área se realizaron en la segunda mitad del tiempo de juego.

Además, los investigadores también han reseñado que el equipo que realiza un ataque, cuando recupera el balón durante el juego, tiene más éxito que el equipo que inicia el juego por una incidencia reglamentaria, un dato que “contrasta con las investigaciones realizadas sobre fútbol masculino, que demuestran que entre el 60-70 por ciento de los goles marcados provienen de ataques que comienzan con la posesión del balón”, según la información facilitada por la UPSA con motivo del estudio.

MÁS DATOS

Por otro lado, el estudio ha encontrado “una relación directa” entre el acierto del ataque y el tiempo de posesión. Así, es mayor cuando las posesiones de balón en el campo contrario son cortas, en torno a 10 segundos, e intervienen 3 o 4 jugadoras.

Las variables asociadas al éxito ofensivo son “parecidas entre el fútbol masculino y femenino”. En este sentido, nueve de cada diez ataques finaliza sin tirar a portería, recoge el documento.

Además, el marcador también es un criterio que modifica significativamente la forma de juego de los equipos. Casi la mitad de los ataques que acaban en gol o remates a puerta se producen cuando los equipos están empatados.

APLICACIÓN PARA ENTRENADORES

Una de las intenciones de los investigadores es “demostrar científicamente estos resultados” con el objetivo de aportar su conocimiento para que los entrenadores y equipos técnicos puedan aplicarlo en el terreno de juego y así mejorar el rendimiento ofensivo del equipo.

Entre sus conclusiones, los profesores han reseñado, según la nota de prensa remitida por la UPSA, que “el proceso ofensivo en el fútbol femenino es claramente ineficaz si se compara con el fútbol de élite masculino, ya que siete de cada diez posesiones acaban sin rematar a puerta o sin que el balón llegue al área rival”.

La propuesta del trabajo se centra en “conseguir que los ataques sean rápidos, basados en posesiones de balón cortas en el campo contrario y con la intervención de pocas jugadoras”.

De esta forma, “el éxito ofensivo aumentaría un 21 por ciento, incrementando así a un total de 52,6 por ciento la cifra de tiros y envíos al área del equipo contrario”.


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