Defiende el cumplimiento “íntegro” del pacto de Gobierno que incluye combatir la inmigración ilegal: “CyL no quiere ser Francia”
“No quiero una CyL islamizada, no quiero una CyL de hijabs, lo que queremos es una CyL alegre, donde las niñas vistan como les dé la gana”
VALLADOLID, 9 (EUROPA PRESS)
El vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Juan García-Gallardo, ha exigido que el Ejecutivo traslade en la Conferencia Sectorial que se celebrará mañana sobre el reparto de menores no acompañados a las autonomías su “oposición clara” a este acogimiento, al tiempo que ha recordado a su socio de gobierno, el PP, que “no es leal” adoptar una decisión “unilateral” sin contar con su socio –Vox–, al tiempo que ha exigido el cumplimiento del pacto de Gobierno, ya que, de no ser así: “No nos dejan opción”.
Así se ha manifestado García-Gallardo sobre este asunto en su último turno de respuesta ante la Comisión de la Presidencia donde ha comparecido para dar cuenta del cumplimiento de acuerdos alcanzado en el ecuador de la legislatura y que ha aprovechado la oposición para insistir en conocer la postura del vicepresidente en torno a las palabras del líder de Vox, Santiago Abascal, quien ha garantizado la ruptura de pactos con el PP si se cede al reparto de menores migrantes.
Durante su intervención García-Gallardo ha dejado claro que la inmigración ilegal es un tema “fundamental” para el partido que representa y ha apostado de forma reiterada por “actuar” en este sentido “de forma contundente”.
Así, ha considerado que esta apuesta quedó plasmada en el acuerdo de Gobierno rubricado con el PP y en el que, en su punto 32, un apartado que “exigió negociación durante semanas” y que establece “el combate de la inmigración ilegal y el actuar en contra de las mafias ilegales que operan en esta industria desalmada del tráfico de personas”.
“Hemos manifestado públicamente que esto para nosotros es una cuestión importante porque representa los intereses generales de tantas personas que están viendo afectadas por los efectos negativos implícitos a una inmigración ilegal masiva y sin capacidad de adaptación cultural”, ha defendido.
Ante esta situación, García-Gallardo ha apelado al PP en las Cortes para que se dirija a quien corresponda para defender lo que se pactó. “No se puede tomar una decisión en esta materia de manera unilateral ignorando el criterio del socio, eso no es lealtad, yo animo a que en la conferencia sectorial la oposición política sea clara”, ha reseñado, ya que, de no ser así: “No nos deja opción”.
“En Castilla y León no queremos ser Francia”, ha subrayado en respuestas a las preguntas planteadas sobre este asunto por los portavoces del Grupo Mixto y de PSOE en la Comisión, Francisco Igea y Patricia Gómez, donde ha insistido en su defensa del Pacto. “Nosotros aspiramos a que se cumpla el pacto de gobierno en su integridad, nosotros hemos actuado durante toda la legislatura con una lealtad muy grande, con una generosidad inmensa, yo creo que todo el mundo lo puede valorar, pero lo que llamamos es al cumplimiento del pacto”, ha aclarado.
En cuanto a la posición que debería adoptar la consejera de Familia, Isabel Blanco Llamas, en la Conferencia Sectorial de Infancia y Adolescencia que se celebra este miércoles para abordar este asunto, García-Gallardo ha defendido el cumplimiento de la Ley de Extranjería que, en su artículo 35, establece, que “los menores extranjeros no acompañados que accedan de manera irregular a las fronteras españolas deben ser repatriados a su país de origen, con carácter prioritario a sus familias”, de ahí que haya exigido una oposición “clara” de la Comunidad.
Así, García-Gallardo ha insistido en que la aspiración de Vox es construir una Comunidad “mejor” y esto pasa por tener un “modelo migratorio. “En Castilla y León no queremos ser Francia”, ha relatado.
En este sentido ha explicado que otro tipo de cuestiones que atañen a la Comunidad se pueden romper y luego se resuelven, algo que no pasa con la demografía. “Nosotros queremos que Castilla y León sea una Comunidad con su propia identidad, con sus tradiciones, con su forma de ser, con su vitalidad, con una continuidad histórica”, ha defendido.
García-Gallardo ha reflexionado sobre la situación con la llegada de menores en Canarias y ha defendido que el mensaje que se está mandando a las “mafias del tráfico ilegal” es que España “no tiene fronteras, no controla su frontera exterior”. “Es que España es un coladero, es que España no hace nada para evitar la inmigración ilegal, es que España no hace nada para garantizar que el sistema migratorio”, ha relatado, tras lo que ha puntualizado que no se trata de una situación de derechos humanos.
“¿Debe soportar nuestro sistema público, educativo, sanitario, nuestros servicios sociales, nuestro estado del bienestar?”, se ha preguntado el vicepresidente.
Finalmente, García-Gallardo ha rechazado que la oposición le denomine “racista”, ya que, como ha defendido, los problemas se generan con la inmigración ilegal y este “no tiene nada que ver con la raza”. “Nosotros con lo que tenemos problema no es con el color de la piel, es con lo que la gente trae en su cabeza, con el machismo que traen muchos en su cabeza, el caminar cuatro o cinco pasos por delante y la mujer cuatro o cinco pasos por detrás, el dejar a la mujer en casa e impedirla de desarrollar su actividad profesional, como pasa en muchos de los países del norte de África”, ha defendido.
En este punto ha zanjado: “Nosotros no queremos una Castilla y León de hijabs, lo que queremos es una Castilla y León alegre, divertida, en el que las niñas puedan vestirse como le dé la gana”.
Pese a este discurso la oposición volvió a tildar al vicepresidente de “racista” y “xenófobo” y, en concreto, Francisco Igea le exigió que relatada por qué vincula los datos de criminalidad con los de inmigración. “Lo que usted llama xenofobia son matemáticas, son datos, son realidades”, ha defendido.
En este caso se ha referido a datos concretos y ha pedido a Igea que pregunte en municipios como Beguellina de Órbigo “donde un joven marroquí de 23 años le cortó el cuello a otro” o en Medina del Campo (Valladolid) donde se han vivido “dos peleas multitudinarias con machetazos” o a los vecinos del barrio de Delicias de Valladolid, donde le ha invitado a preguntar si quieren el centro de acogida.
“Los vecinos de Delicias no son racistas, los vecinos de Delicias lo que quieren es conservar su tranquilidad, su seguridad, su sosiego, quieren que sus hijas no salgan con un bote de gas pimienta por la calle por si tienen algún problema”, ha señalado, tras lo que ha concluido que el objetivos principal es “frenar” el efecto llamada.
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