VALLADOLID, 24 (EUROPA PRESS)
El director del Instituto de Estudios Europeos de la UVA, Francisco Fonseca Morillo, ha defendido la importancia “vital” de Europa para todos y cada uno de los ciudadanos y cómo surgió la cultura europea “del encuentro entre Jerusale, Atenas y Roma…”, al tiempo que ha ensalzado la Semana Santa vallisoletana, que hoy está “más viva que nunca”.
Así lo ha aseverado Fonseca Morilla durante el pregón que ha pronunciado este viernes en la Catedral de Valladolid y que da el pistoletazo de salida a la celebración de una Semana Santa declarada de interés turístico Internacional.
Este profesor, cofrade de la Vera Cruz desde hace casi 70 años, se ha reconocido como “un vallisoletano castizo” que siempre ha puesto en el centro de su vocación y de proyecto de vida a Europa, “para colocar a España en el entorno al que pertenece” y del que nunca debió “estar ausente tanto tiempo.
Profundo defensor de Europa, Fonseca Morillo ve “altamente peligroso para la salud” negar la realidad de lo que supone en términos de “progreso, paz, tolerancia y respeto” y ha querido, en su pregón, desgranar algunas de las razones que traen a Europa al corazón de todos los presentes en el acto.
En primer lugar, se ha referido a la herencia judeo-cristiana y ha parafraseado al Papa Benedicto XVI: La cultura de Europa nació del encuentro entre Jerusalén, Atenas y Roma; del encuentro entre la fe en Dios de Israel, la razón filosófica de los griegos y el pensamiento jurídico de Roma. Este triple encuentro configura la íntima identidad de Europa”.
Asimismo, el pregonero se ha referido a como el cristianismo “es parte consustancial” de la Europa actual y ha apuntado que no hay mejor demostración de la inserción del Cristianismo en los valores europeos que las ideas de la democracia cristiana “ampliamente representada entre los padres fundadores al final de la Segunda Guerra Mundia: Konrad Adenauer, Alcide de Gasperi o Robert Schuman”.
Y como ejemplo de esa “ósmosis con las raíces cristianas”, Fonseca Morillo se ha referido a la bandera de la UE, con 12 estrellas doradas sobre fondo azul marino, que muchos sectores de la sociedad europea consideran que tiene un origen mariano; o a la importancia de la doctrina social de la Iglesia en la concepción de una economía social de mercado y de la cohesión.
Y es al hablar de Europa, cuando este pregonero se ha referido al doble reto que acabará definiendo “en positivo o negativo” a los europeos y, ante la imagen del Cristo de Descendimiento, de gran imaginero castellano Gregorio Fernández, Fonseca Morillo ha hecho “un llamamiento de justicia y de solidaridad” ante la situación de Ucrania y ante el reto migratorio.
“En ninguno de los dos casos ponerse de perfil es una alternativa” ha aseverado el pregonero y profesor, quien ha apuntado que en la Guerra de Ucrania, Europa se juega “una gran parte” de su futuro “como experimento de paz, progreso y democracia en común. Este es el verdadero enemigo para la autocracia en Rusia”.
RESPONSABILIDAD DE LOS EUROPEOS.
Por ello, ha reconocido la “gran responsabilidad de los europeos” para sostener a Ucrania, acoger a los millones de desplazados y abrir las puertas de la UE a este país, además de que ha dejado claro que hay que ser “conscientes” de los sacrificios que habrá “que consentir: económicos, energéticos y militares, pero también de defensa activa del modelo político, ético y social de tolerancia y convivencia pacífica”.
Por otro lado, y ante las ciento de personas presentes en la Catedral, en la que están “representados todos los valores de la Semana Santa”, Fonseca Murillo se ha referido a la “inmigración” y se ha preguntado si la sociedad “puede seguir viviendo en el espléndido negacionismo, en el cortoplacista egoísmo de sociedades prósperas”.
Y aunque ha reconocido que en la UE “se ha avanzado mucho” en la gestión integral del fenómeno migratorio, desde las condiciones de acceso al espacio europeo, con el principio de tutela judicial y el respeto de los derechos humanos, así como con la acogida a refugiados, ha apuntado que es “más fácil llegar a acuerdo de protección de fronteras que de solidaridad y acogida” y como ejemplo de ello ha citado la paralización de la propuesta de la CE de 2020 de un gran pacto europeo de asilo e inmigración.
Y ha ofrecido datos, la población de África pasará de 1.250 a 2.500 millones de habitantes, en 25 años; Europa pasará de ser el 6 al 4 por ciento de la población mundial y en el continente europeo será necesario incorporar al mercado laboral 50 millones de trabajadores pata equilibrar el sistema de pensiones.
Francisco Fonseca Morillo ha querido, delante del Cristo de Descendimiento, reconocer la vergüenza que siente por la “falta de coraje”, “las medias tintas y la miopía política” de esta actitud ante la inmigración.
En su parte final, el pregonero ha reconocido que la Semana Santa de Valladolid es una de las “señas de identidad más profundas e independientes” de las “convicciones, amores, desamores, enfados y alegrías” y recordando la letra de la canción ‘El largo adiós’, del grupo vallisoletano ‘Celtas Cortos’ que dice: “Hoy no queda casi nadie de los de antes y los que hay, han cambiado…”, Fonseca Morillo ha enfatizado que algo no ha cambiado, la Semana Santa.
“Hoy, la Semana Santa está más viva que nunca…. la Semana Santa de Valladolid es la expresión de un sentimiento de orgullo e identidad en el que se implica toda nuestra sociedad sin distinción de sexo o edad”, ha afirmado un pregonero que ha reconocido su agradecimiento, responsabilidad y orgullo de pronunciar la Semana Santa de pasión vallisoletana.
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