LEÓN, 13 (EUROPA PRESS)
El alcalde de León, José Antonio Diez, y el canónigo de San Isidoro y anterior abad de la Real Colegiata, representarán, respectivamente, los roles de síndico y capitular en una nueva edición de la histórica ceremonia de Las Cabezadas que, desde hace siglos, establece un debate entre el representante del pueblo y el representante del Cabildo que siempre acaba en tablas.
José Antonio Diez, junto con otros miembros de la corporación municipal, ha realizado hoy una visita al abad de San Isidoro, Luis García, en la tradicional legacía para los preparativos de esta ceremonia, ha informado el Ayuntamiento de León en un comunicado remitido a Europa Press.
La ceremonia se celebrará el último domingo del mes, es decir, el 30 de abril, a partir de las 12.00 horas, aunque previamente, el jueves 20 de abril, se celebrará la segunda legacía, a las 10.00 horas, en la que los representantes del Cabildo de San Isidoro visitarán el Ayuntamiento de León.
El tradicional duelo de Las Cabezadas finalizará el domingo 30 de abril en tablas una vez más, después de que el Cabildo de San Isidoro y el Ayuntamiento de León discutan sobre si la ofrenda que el pueblo hace cada año, en forma de cirio de arroba hachones de cera es ‘foro u oferta’, obligatoria o voluntaria.
LA TRADICIÓN
Fue en el año 1158 cuando una pertinaz sequía asolaba los campos del Reino de León, que en aquel momento se encontraba en su época de mayor esplendor. El pueblo, bajo el reinado de Fernando II, decidió sacar en procesión las reliquias de San Isidoro, al ver que las rogativas precedentes no habían dado resultado a la hora de solventar esa sequía.
El cortejo se dirigía hacia el monte de San Isidro y al llegar a Trobajo del Camino aparecieron nubes negras que descargaron lluvia con tanta fuerza que transformaron la tierra en barro y provocaron que las andas que portaban la urna con las reliquias se atollasen.
Era imposible moverlas por mucho que lo intentaron los fornidos jóvenes que formaban parte de la procesión, pero tras tres días de oración y ayuna por parte de la reina doña Sancha, tía de Fernando II, y otras damas, cuatro niños de apenas diez años de edad lograron sacar las andas sin dificultad alguna.
Desde ese momento el pueblo de León acude a honrar a San Isidoro. El debate de las Cabezadas se centra en si esa visita a la Basílica se hace a iniciativa propia del Consistorio o si existe una obligación, que es la postura que mantiene el Cabildo de la Basílica.
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