VALLADOLID, 30 (EUROPA PRESS)
El Consejo de Colegios de Enfermería de Castilla y León ha advertido de que el nuevo decreto por el que se desarrolla la tipología de centros de Servicios Sociales para cuidados de larga duración y se regulan las ratios mínimas de personal “enmascara y no garantiza” la presencia de sanitarios en las residencias de la Comunidad.
Los profesionales de la Enfermería han presentado alegaciones formales al proyecto de Decreto de Tipología de Centros de Servicios Sociales para Cuidados de Larga Duración y Ratios Mínimas de Personal, impulsado por la Junta de Castilla y León.
En concreto, la principal demanda de la institución es que la normativa garantice “de forma explícita” la presencia de enfermeras en los centros residenciales, “corrigiendo así la omisión detectada en el actual borrador”.
En este sentido, el Consejo ha avisado de que la falta de enfermeros en los centros residenciales supondría un “grave riesgo para la salud de los residentes”, ya que estos profesionales “son los únicos, junto con los médicos, capacitados legalmente para realizar intervenciones directas sobre los pacientes”.
“No podemos entender que un texto que regula la atención a personas en situación de dependencia no mencione de forma expresa a las enfermeras como personal imprescindible”, ha apuntado el presidente del Consejo de Colegios de Enfermería de Castilla y León, Enrique Ruiz Forner.
Asimismo, ha precisado que la ley, “tal y como está redactada, podría interpretarse como que las residencias pueden prescindir de profesionales de Enfermería, lo que supondría un retroceso en la calidad asistencial y una sobrecarga inasumible para el sistema público de salud”.
“La normativa prevista enmascara la presencia de profesionales sanitarios mediante el establecimiento de unas ratios de personal genéricas, que no diferencian por escalas profesionales ni de conocimientos académicos y convierte en equivalentes a grupos profesionales con competencias bien diferenciadas”, ha añadido.
De este modo, el Consejo de Enfermería advierte de que la ausencia de enfermeras en las residencias “afectaría directamente a la seguridad y salud de los residentes, aumentando el riesgo de complicaciones médicas evitables”.
“En una residencia, cada minuto cuenta cuando se trata de responder a una crisis. No podemos permitir que la salud de nuestros mayores quede en manos de profesionales sin la capacitación adecuada”, ha agregado al respecto Ruiz Forner.
PROPUESTA
En este contexto, el Consejo de Colegios de Enfermería de Castilla y León ha propuesto en sus alegaciones, apoyadas por numerosos profesionales, un mínimo de dos enfermeras por cada cien residentes en cada uno de los tres turnos diarios.
Con esta propuesta, una residencia con cien plazas debería contar, como mínimo, con seis enfermeras diarias, dos por turno de mañana, tarde y noche, ha explicado el Consejo, para incidir en que esto garantizaría una cobertura sanitaria “las 24 horas del día en todos los centros, públicos y privados”.
Finalmente, el Consejo de Colegios de Enfermería de Castilla y León ha instado “a corregir este grave error en la redacción del decreto y garantizar la presencia de enfermeras en todos los centros de atención a personas dependientes”.
“No se puede gestionar la salud de los mayores con criterios puramente económicos. Necesitamos que la Junta rectifique y escuche a los profesionales que conocen de primera mano la realidad de estos centros”, ha sentenciado el presidente.
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