Pone también el foco en el uso compulsivo de internet, sobretodo en los jóvenes de 18 años, que se ha elevado hasta el 33,4% en 2020
VALLADOLID, 29 (EUROPA PRESS)
El VIII Plan sobre Adicciones de la Diputación de Valladolid, con vigencia entre 2023 y 2026, presenta como principales novedades el refuerzo de las medidas preventivas en materia de consumo de cannabis y en la importancia de la perspectiva de género como factor condicionante de las adicciones.
En el primer caso, tal y como ha explicado este miércoles el diputado de Igualdad de Oportunidades y Servicios Sociales, David Esteban, durante la presentación de la citada estrategia, el objetivo es redoblar los esfuerzos preventivos, fundamentalmente a través de talleres con padres y madres, ante la preocupación originada por el alto índice de consumo del cannabis y la percepción muy baja de riesgo, basada en una falsa idea de su inocuidad.
“Cada vez se tiene la percepción de que es más peligroso fumar tabaco que un porro, basada en la creencia del origen natural e inocuo del cannabis. Hasta se está pidiendo su legalización, cuando los efectos de su consumo son muy graves, sobre todo en los adolescentes”, advierte Esteban, de ahí la importancia de reforzar los talleres con padres, madres y adolescentes con el fin de “desmontar esos falsos argumentos”.
Pero además, el responsable de Igualdad de Oportunidades explica que la ingesta de cannabis tiene como principal problema el componente THC, muy nocivo, cuya presencia en esta sustancia ha pasado del 18,7 al 39 por ciento, con los efectos que ello tiene en forma de psicosis, el síndrome amotivacional, trastornos depresivos, ansiedad, problemas de memoria…etc.
La segunda novedad del presente plan, que incluye 27 acciones, se estructura sobre el pilar fundamental de la prevención, que afecta a varios niveles: familiar, escolar, extraescolar y de ocio alternativo, y cuenta con un presupuesto de medio millón de euros, es la importancia del género como condicionante de las adicciones, tras comprobar que ser hombre o mujer condiciona los patrones de consumo.
Al respecto, Esteban, en declaraciones recogidas por Europa Press, apunta que cuando una mujer tiene a su alrededor amigos que fuman o beben, la probabilidad de que caiga en una de las dos adicciones es “siete veces” superior que en los hombres. Las chicas consumen también más hipnosedantes, más tabaco y alcohol y, al madurar de forma más temprana, cuentan con mayor riesgo de caer en la adicción a sustancias, absentismo escolar, la delincuencia y la actividad sexual.
“Por ello, se plantea la necesidad de adaptar los programas de prevención en función de las características personales de chicos y chicas y de los factores de riesgo y vulnerabilidad más significativos en el caso de las segundas”, ha precisado Esteban, quien añade que ello se hará con la prevención enfocada en los padres, las madres, a nivel escolar y extraescolar.
El titular de Igualdad de Oportunidades y Servicios Sociales ha aprovechado para alertar sobre las adicciones sin sustancia, el uso compulsivo de Internet, que muestra una preocupante tendencia al alza en prácticamente todas las franjas de edades, especialmente en el tramo de los jóvenes de 18 años, que se ha elevado hasta el 33,4% en 2020.
“SEÑALES DE ALARMA” DEL USO COMPULSIVO
Por lo que se refiere al juego, se percibe un descenso significativo en los últimos años en la modalidad presencial y un leve repunte en la modalidad online. Así, el número de estudiantes de 14 a 18 años que juega dinero en internet se ha incrementado 3 décimas, hasta el 9,1 %, mientras que de manera presencial ha descendido 4,5 puntos, hasta situarse en el 18,1%.
“Cuándo estamos hablando de consumo patológico, pues existen señales de alarma, como cuando un adolescente pasa mucho tiempo ante una pantalla, sin poner límites; cuando se reducen las horas de sueño y de estudio, cuando uno deja de relacionarse con amigos y familiares y empieza a sentir ansiedad y depresión cuando se ve privado de esos dispositivos o cuando incluso reacciona de forma agresiva”, ha enumerado Estaban.
En cuanto al balance del plan anterior (2019-2022), dicha herramienta, igualmente con 27 actuaciones, presenta un grado de ejecución del 85,17% de las acciones previstas, que alcanzaron a más de 6.800 personas de la provincia, de todos los ámbitos de población.
Así, se llegó a 566 progenitores; 951 alumnos y alumnas en prevención de accidentes de tráfico; 1.420 jóvenes en botellones y peñas: 1.413 alumnos y alumnas en programas de prevención escolar y 444 en prevención extraescolar; 448 adolescentes y 180 padres y madres en prevención del mal uso de las TICs; 242 en el Programa de Patología Dual a través de un convenio con Proyecto Hombre; 44 responsables municipales; 647 jóvenes en ocio alternativo del Programa Diversión; y a 454 personas mayores.
PRINCIPALES ADICCIONES
El plan incluye un análisis detallado de la incidencia de las diferentes sustancias tanto a nivel regional como nacional, que destaca que, en Castilla y León, el 75,2% de los jóvenes de 14 a 18 años han consumido alcohol en el último año, lo que los sitúa por encima de la media nacional que es del 70,5%.
Pese a ello, la evolución del consumo de alcohol es positiva, evidenciándose un descenso sostenido que ha reducido la cifra en casi 5 puntos en los últimos dos años.
También es superior el consumo de tabaco, que se sitúa en el 35,6%, frente al 30,7% de la media española, donde el consumo ha experimentado un incremento de 1,5 puntos.
También se ha incrementado el consumo de hipnosedantes, que ha pasado del 4 al 5% en los dos últimos años, así como del consumo de cannabis que, en el tramo de edad de 15 a 34 años, se sitúa en el 20,2% en el último año.
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