VALLADOLID, 31 (EUROPA PRESS)
El Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León ha confirmado la condena a un hombre que en noviembre de 2021 agredió sexualmente a una clienta a la que había acompañado a su casa al salir la joven del local de copas.
En su sentencia, la Sala de lo Civil y Penal del TSJCyL, con sede en Burgos, desestima el recurso del condenado y confirma en todos sus términos el fallo anterior de la Sección Cuarta de lo Penal de la Audiencia Provincial, dictado el 18 de noviembre de 2022, que impuso al recurrente una pena de un año de cárcel por agresión sexual y multa de 150 euros por delito de lesiones leves, según la información del Gabinete de Prensa del Alto Tribunal castellanoleonés recogida por Europa Press.
La condena, además, incluye la prohibición de aproximarse a la víctima, su domicilio, centro donde curse estudios o trabaje a una distancia inferior a 500 metros por un plazo de dos años, superior a la pena privativa de libertad, así como de comunicarse con la misma por cualquier medio durante el mismo plazo, junto con libertad vigilada por un periodo de cinco años que se ejecutará con posterioridad a la pena privativa de libertad.
También se acuerda su inhabilitación especial para cualquier profesión, oficio o actividades, sean o no retribuidas, que conlleven contacto regular o directo con personas menores de edad, por un tiempo superior de cinco años al de la pena de privación de libertad impuesta por el delito de agresión sexual.
En concepto de responsabilidad civil, el condenado indemnizará a la víctima en la suma de 283 euros por sus lesiones y en la suma de 1.500 euros por el daño moral infligido e inherente a todo delito sexual, y al Sacyl en la cantidad que se determine en ejecución de sentencia por los gastos de asistencia médica a la víctima.
Los hechos se remontan a la madrugada del día 20 de noviembre de 2021, cuando la joven salió de un bar de Valladolid y uno de los porteros, el condenado, se ofreció a acompañarla a su casa.
Cuando llegaron al portal, el condenado se metió en él y se sentó en el primer descansillo de las escaleras. Ella se sentó un escalón debajo y le dijo que se fuera a casa, que ambos tenían que trabajar al día siguiente.
Sin embargo, cuando la joven se inclinó para coger el bolso, el acusado la agarró por el cuello desde detrás, rodeando con su brazo derecho y clavando los dedos en el lado izquierdo del cuello tirando de ella hacia él. La joven le pidió que la soltara, pero el denunciado la apretó más contra sí y le tapó la boca diciendo: “Cállate o si no aprieto más fuerte”, “si quieres que te suelte, tranquilízate”.
Ella dijo que quería irse a su casa y el condenado inició tocamientos sobre los pechos de la denunciante y su zona genital para luego meter su mano por dentro de la ropa, tanto de la camiseta como de los pantalones, no llegando a tocar por dentro de la ropa la zona genital al zafarse de su sujeción y meterse en el ascensor.
La víctima sufrió lesiones de las que curó tras una primera asistencia, con sanidad de cinco días, cuatro de perjuicio personal básico y uno día de perjuicio personal moderado.
El condenado cuenta ya con antecedentes penales vigentes por hurto, quebrantamiento de medida de violencia de género y amenazas de género, no computables a efectos de reincidencia.
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