VALLADOLID, 26 (EUROPA PRESS)
El encuentro de la Virgen de las Angustias con su hijo en la calle de la Amargura, uno de las procesiones más emotivas de la Semana Santa vallisoletana, y la Peregrinación de la Promesa, con ‘Jesús atado a la columna’ protagonizan este Martes Santo.
Será a las A las 20:30 horas, tras un acto penitencial, partirá desde la iglesia de San Andrés el paso ‘Cristo Camino del Calvario’, de Miguel Ángel González Jurado(2009), que será portado a hombros por los cofrades de Santísimo Cristo Despojado, que no llevan capirote por concesión arzobispal, para dirigirse a la plaza de la Universidad.
Quince minutos más tarde, a las 20.45 horas, desde la iglesia de Las Angustias partirá la imagen de la Virgen de las Angustias, realizad por Juan de Juni (1561) y una de las imágenes con más devoción en la ciudad, que será portada a hombros y dirigirá sus pasos hacía la plaza de la Universidad.
Será frente a la fachada renacentista del Palacio Santa Cruz donde el silencio envuelve el encuentro de la Virgen, con gesto de dolor desencajado, que mira de frente a su hijo, momento en el que se celebra un acto de oración.
A las 22.30 horas partirá del monasterio de la iglesia de las esclavas del Corazón de Jesús la procesión de la Peregrinación de la Promesa, con el paso ‘Jesús atado a la columna’.
Este desfile recorre la plaza del Salvador, Castelar, Regalado, Catedral, plaza de la Libertad, Angustias, Macías Picavea y Plateria, hasta la iglesia de la Vera Cruz donde se recogerá el paso de la imagen de ‘El señor atado a la columna’, de Gregorio Fernández, para continuar por Platerías, plaza del Ochavo, Vicente Moliner, plaza de Fuente Dorado, Canovas del Castilla, Regalado, Cascajares, Arribas, López Gómez, y Santuario hasta la Basílica de la Gran Promesa, donde tendrá lugar el acto de renovación de la promesa.
El desfile regresará por Alonso Pesquera, plaza de Santa Cruz, Librería, plaza de la Universidad, López Gómez, Arribas, Cascajares, Regalado, Ochavo y Platerías, hasta la Vera Cruz, donde se recogerá el paso, donde se dejará el paso ‘El señor atado a la columna’, una de las esculturas señeras de Gregorio Fernández, representa un excelente desnudo del cuerpo de Cristo que lleva un paño de pureza blanco atado al lado derecho con un amplio pliegue al vuelo.
Los nazarenos de Nuestro Padre Jesús Atado a la Columna visten capa y túnica blancas, capirote y cíngulo azul celeste, guantes y calcetines blancos y zapatos negros con hebilla.
La Hermandad Penitencial de Nuestro Padre Jesús Atado a la Columna data de 1930, año en el que Remigio Gandásegui, prelado de Valladolid, encomendó a los congregantes de san Estanislao de Kostka y de San Luis Gonzaga el alumbramiento de los pasos de ‘Flagelación del Señor’, ‘El señor atado a la columna’ y ‘Camino del Calvario’.
Esta sección disciplinante desfilaba con insignias y distintivos propios de la Congregación Mariana, hasta que en 1942 adoptaron el hábito actual. No obstante, al extinguirse las mencionadas congregaciones marianas, estuvo a punto de desaparecer pero, tras permanecer un tiempo en la Iglesia Penitencial de las Angustias, encontró acomodo definitivo en la Real Iglesia de San Miguel y San Julián, y con ello logró subsistir.
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